Actualizado 26/01/2006 14:17

RSC.- La Red Alerta Verde denuncia el destrozo de dos aldeas indígenas en Brasil por maquinaria de la celulosa Aracruz


MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

La ONG Red de Alerta Contra el Desierto Verde ha denunciado la "acción violenta y unilateral" con la que la compañía Aracruz Celuluse ha "invadido y destruido" los poblados indígenas Tupinikim y Guaraní, el el estado brasileño de Espiritu Santo (sureste).

Según afirma la organización en un comunicado, la lucha de estos pueblos indígenas contra la compañía comenzó en febrero de 2005, cuando decidieron retomar el control de sus tierras, hasta ese momento ocupadas por las plantaciones de eucalipto de la empresa Aracruz. Tras varios meses, sus acciones permitieron que más de un centenar de familias volvieran a asentarse en el medio rural del que habían sido expulsadas.

Sin embargo, en la mañana del pasado día 20, maquinaria y tractores de la empresa "destruyeron literalmente estas dos aldeas indígenas", insiste la ONG; una acción que, según sus informaciones, se produjo con el apoyo del Comando de Operaciones Tácticas (COT), que llegaron directamente de la capital, Brasilia, junto a la Policía Federal del Gobierno del presidente Lula Da Silva. Aracruz Celulose "tiró por tierra todo lo que había en las aldeas indígenas de Córrego D'Ouro y Olho D'Água", destacan los activistas.

"Fue una acción autoritaria y unilateral, pues ni la Comisión de Caciques, ni la administración regional de FUNAI (Fundación Nacional De Indígenas), ni el Ministerio Público, --ninguno de los parlamentarios--, nadie, tenía conciencia de la trama policial de Aracruz Celulose", explica la ONG.

Lo que ha generado la sorpresa en la ONG ha sido el hecho de que "había una larga negociación en proceso que involucra a todos los actores del conflicto, el Estado, la empresa, los indígenas, la sociedad civil, y con una agenda concreta desde finales del año pasado, con relación a una nueva resolución del Ministerio de Justicia que confirma los estudios antropológicos de la FUNAI, reconociendo el área como territorio indígena".

Según explica la ONG, esta acción ha tenido como fin "destruir la moral de estas comunidades", haciendo desaparecer sus casas, devastando sus huertas y cultivos de alimentos, y tirando al suelo sus cabañas y centros ceremoniales. Los caciques y líderes indígenas que consiguieron llegar al lugar y que resistieron, fueron agredidos por los policías. Algunos de ellos, con heridas, fueron ingresados en el hospital de Aracruz.

Según las últimas informaciones de la ONG aún aún hay líderes indígenas que están detenidos e incomunicados en las dependencias de la Policía Federal y el clima "está aún muy tenso". Un grupo de integrantes de la Red ya se ha traslado a las aldeas para conocer más detalles de la situación.