BARCELONA/MURCIA, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (Cram) ha empezado a repartir pértigas de corte entre los palangreros del litoral mediterráneo, un dispositivo desarrollado por la propia fundación que servirá para reducir la mortalidad de las tortugas bobas capturadas accidentalmente.
La pértiga de corte es una vara de aluminio ligera con una cuchilla en uno de sus extremos, que permite cortar el sedal a ras de boca de forma fácil, evitando así lesiones que pueden llegar a ser mortales para las tortugas, ya que los enredos del sedal pueden provocan gangrenas, desgarros internos y ahogamientos.
El dispositivo, de bajo coste, se repartirá a palangreros de Cataluña, Islas Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia y el litoral mediterráneo andaluz a través de las organizaciones que trabajan para la conservación de las tortugas marinas junto a los pescadores en cada comunidad.
El desarrollo de este instrumento es fruto de una experiencia piloto llevada a cabo por la Fundación Cram con palangreros en 2006 y los estudios sobre los efectos de los anzuelos 'J' y circulares realizados por el Cram entre 2002 y 2008.
