MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
Emilio Pinto, presidente de la fundación O'Belén, animó a la Fiscalía a que investigue los centros de menores porque la reciente polémica sobre posibles malos tratos en estas instalaciones "está agitando a todos los menores, que están viendo una oportunidad para decir todo lo que quieran y nadie lo vaya a controlar".
En su "última manifestación pública", en declaraciones a Telecinco recogidas por Europa Press, explicó que hay que "dejar actuar a la Fiscalía" y se mostró "encantado" de que lo haga.
Asimismo explicó que los chicos con trastornos de comportamiento, el 7 por ciento de los jóvenes en España, dijo, "han permanecido en el más oscuro anonimato" porque no sabían "si eran de Sanidad, porque nos los quieren y no pueden pasar mucho tiempo en los hospitales o de Educación, que los expulsa del colegio".
Por ello, consideró que "se han ido generando durante cierto tiempo centros terapéuticos que, como bien dice el Defensor del Pueblo, que en cada comunidad autónoma tienen un nombre distinto, un reglamento distinto y una ley distinta".
Se alegró sobre el reciente informe del Defensor del Pueblo, pero consideró que "hay que leerlo en su justa medida" y que, en un informe en el que "se va una mañana y se entrevista a tres chicos, ellos van a manifestar todas las quejas que puedan". Además valoró que no hay que mezclar "lo que dice de un centro y lo que dice de otro".
"A ningún chico que le pregunten va a decir que está a gusto viviendo allí, preferiría seguir siendo el rey y dictador de la casa, estar en la calle y no tener ningún tipo de medida. Para ellos empezar a levantarse a la mañana, lavarse los dientes, cuando han hecho todos los días lo que han querido en su vida es un trabajo muy costoso", añadió.
Además remarcó que "la primera recomendación que hace el defensor del pueblo no es cerrar centros, sino abrir más porque la demanda cada vez es más grande y cada vez hay padres más desesperados".
"NO SE MALTRATA"
Sobre los presuntos maltratos a menores, Pinto explicó que "no se maltrata". "Hay psiquiatras en los centros, la medicación absolutamente nunca es arbitraria y cuando el psiquiatra dice lo que hay que tomar hay que ir al centro de salud, donde al final se receta. Si el tratamiento fuese abusivo hay una serie de filtros para hacerlo en su justo término", comentó.
Los niños, "chicos que han conseguido todo con la violencia y se vuelven inmanejables para las personas que están en su entorno", pueden tener distintas procedencias, indicó. Puede que los padres no aguanten más y entreguen la guarda a una comunidad autónoma, que haya cometido un delito y sea menor de 14 años y la tercera, porque haya prendido fuego o haya hecho estallar otro centro.
Por otro lado, sobre las agresiones comentó que "los educadores han sufrido más de 100, con un intento de homicidio". No obstante aclaró que con esto no quería "justificar absolutamente nada" y apuntó a que "si hay algo que mejorar, se debe hacer, pero entre todos".
Además reclamó una ley o reglamentos que regulen este tipo de centros. Así, recordó que "el propio defensor del Pueblo recordó que no hay psiquiatría infanto-juvenil como especialidad en España y que muchos de los centros no reúnen las condiciones adecuadas".
LA INMOVILIZACIÓN Y LAS 'CELDAS'
Según indicó el presidente de O'Belén, "jamás se ata a los menores". "Primero hay una contención verbal, que puede funcionar o no; si va a agredir, hay una contención física y si eso no funciona, se lleva a cabo un aislamiento del grupo, para que no haga daño, junto con un educador", explicó.
Así, "ese aislamiento del grupo tiene que firmarse por el psiquiatra y por el director del centro. Si sigue alterado se llama al 112 y sólo hay que ver la cantidad de veces que los menores han tenido que ir al hospital psiquiátrico que tiene la cama mecánica e inyecciones para poder ponerle", relató. En lo que respecta a estas habitaciones, matizó que "no se pueden llamar celdas en absoluto".