El Ejército congoleño mató al menos a 62 civiles por una antigua disputa entre las etnias sobre la tierra

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 12 noviembre 2009 19:03

KINSHASA 12 Nov. (Reuters/EP) -

Varias unidades del Ejército de República Democrática del Congo (RDC) terminaron con la vida de decenas de civiles a principios de este año debido a una antigua disputa étnica sobre la tierra, según han relatado los supervivientes a la ONU y según recoge este organismo en un informe al que tuvo acceso Reuters este jueves.

Los asesinatos de al menos 62 civiles fueron la causa de que la ONU suspendiera su respaldo a todas las operaciones del Ejército congoleño contra los rebeldes ruandeses en el este, aunque sólo ha dejado de apoyar a las unidades implicadas en los ataques.

De acuerdo con una investigación interna de la ONU, los supervivientes indicaron que los ataques fueron un intento de los antiguos rebeldes tutsis --recientemente integrados en el Ejército-- a obligar a sus víctimas, la mayoría del grupo étnico hunde, a entregar su tierra. "Todos los entrevistados se refirieron a los antiguos conflictos por la tierra en la zona y ven las muertes como un intento de provocar la huida de la población para que dejaran libre los terrenos", indica el informe al que ha tenido acceso Reuters.

La Misión de la ONU en RDC, la MONUC, cree que al menos 62 civiles fueron asesinados entre mayo y septiembre, aunque el informe de la ONU señala que probablemente otros 55 murieron en la provincia de Kivu Norte. Los responsables de los ataques, asegura el documento, son miembros de la brigada 213, compuesta en su mayoría por antiguos miembros del movimiento rebelde tutsi Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), integrado en el Ejército por el acuerdo de paz del pasado mes de enero.

La actual operación militar en los dos Kivus es parte de un acuerdo cuyo objetivo es mejorar las relaciones entre RDC y Ruanda, países enemigos durante una guerra combatida entre 1998 y 2003. La organización Human Rights Watch (HRW) afirmó este mes que al menos 270 civiles, la mayor parte mujeres, niños y ancianos, fueron asesinados por los soldados en la zona que rodeaba la aldea de Lukweti durante el período que indicaba la ONU.

Algunos de ellos, según HRW, fueron acuchillados hasta la muerte con machetes, decapitados o quemados vivos en sus hogares. Mientras, y a pesar de las críticas cada vez mayores por su papel en la ofensiva, la MONUC asegura que una retirada de las operaciones dañaría su capacidad para proteger a los civiles.

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