MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha considerado este viernes que la concesión del Nobel de la Paz 2011 a la presidenta liberiana, Ellen Johnson-Sirleaf, la activista liberiana Leymah Gbowee y la activista yemení Tawakkul Karman es un "tributo" al "trabajo incansable" que han realizado muchas mujeres para defender sus derechos y ha llamado a no olvidar que todavía hay muchas que siguen sufriendo en todo el mundo.
En opinión de la ONG, el galardón "reconoce que la democracia y la paz duradera no pueden lograrse sin dar a las mujeres la oportunidad completa de participar" y resalta que "los retos a los que las mujeres siguen haciendo frente, en Yemen y en todo el mundo, para garantizar sus Derechos Humanos siguen estando en la cabeza de la agenda".
En opinión del director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, "este es un tributo a todas las mujeres cuyo trabajo incansable y valientes protestas ayudaron a llevar la paz y la democracia y a aquellas mujeres que siguen luchando por ello hoy en día".
No obstante, ha advertido de que "el trabajo está, como mucho, a medio hacer y el mundo tiene que apoyar los esfuerzos para construir sociedades basadas en el respeto de los Derechos Humanos de todos". "No deberíamos olvidar a aquellas mujeres que siguen sufriendo en conflictos actualmente, en la República Democrática del Congo, en Costa de Marfil, en Afganistán y en otros lugares", ha añadido.
LIBERTAD PARA LIU XIAOBO
Por otra parte, HRW ha aprovechado la ocasión para instar a las autoridades chinas a liberar al Nobel de la Paz 2010 Liu Xiaobo, el escritor y disidente chino detenido en diciembre de 2008 por su implicación en la redacción de un manifiesto a favor de la democracia y los Derechos Humanos.
En opinión de esta ONG, los gobiernos que asistieron a la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz el año pasado en Oslo deberían pedir a Pekín la liberación de Liu y el fin de la persecución de su familia y partidarios.