Actualizado 19/06/2009 14:39

La ONU pide a Irán que detenga a la milicia islámica acusada de emplearse violentamente contra los manifestantes

Reuters

GINEBRA, 19 Jun. (Reuters/EP) -

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió este viernes a Irán que frene a la milicia islámica Basij, acusada de violencia contra los manifestantes que protestan por los resultados de las elecciones presidenciales, y alertó de que la situación en el país podría deteriorarse más.

Pillay también manifestó sus preocupaciones sobre el aumento de detenciones de activistas de los Derechos Humanos y miembros de la oposición, arrestados desde que realizaran las elecciones presidenciales hace una semana, y pidió a las autoridades que mantengan el proceso debido de ley.

"Es responsabilidad del Gobierno asegurar que los miembros de la milicia y las agencias que aseguran el Estado de Derecho no recurren a actos ilegales de violencia", señala Pillay en un comunicado. "Si se percibe que actúan fuera de la ley, podría provocar un grave deterioro de la situación de de seguridad, lo que sería una gran tragedia y algo que a nadie interesa", añade.

Su petición llega un día después de una reunión sin anunciar con la premio Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi. También coincidió en su mensaje con el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en pedir al país que se mantenga en calma después de días de protestas callejeras contra los resultados de los comicios, de los que salió ganador el presidente, Mahmud Ahmadineyad.

Pillay también indicó que "el posible uso ilegal de fuerza excesiva y los actos de violencia" realizados por algunos miembros de la milicia Basij pueden violar la legislación iraní y el Derecho Internacional.

Basij es una fuerza paramilitar leal a Jamenei, que tiene la última palabra sobre todas las cuestiones de Estado en Irán. Durante los últimos días de violencia, la Policía ha acusado a los "bandidos" de incendiar autobuses, romper ventanas de los bancos y otros edificios y dañar la propiedad pública.

Pillay también alabó "la conducta pacífica y digna de las grandes manifestaciones que se han llevado a cabo" en Teherán, aunque detalló que las bases legales para los arrestos aún no están claras y que los paraderos de algunos detenidos tampoco se conocen. "Todas son cuestiones preocupantes y pido a las autoridades iraníes que se aseguren de que se sigue el proceso adecuado, puesto que de otra manera se podría alimentar el sentimiento de injusticia", anotó.

Su portavoz, Rupert Colville, manifestó que el número de arrestos "parece estar en los cientos". Por otro lado, Ebadi, en una entrevista con Reuters, pidió que se anularan los resultados de las elecciones y que se celebraran unas nuevas bajo la supervisión de observadores de la ONU, además de pedir la liberación incondicional de las 500 personas que, según ella, han sido arrestadas durante la última semana.

"La respuesta del Gobierno ha sido muy violenta", manifestó Ebadi. "Pedí a Pillay que hiciera todo lo posible para detener e impedir esta violencia que se está llevando a cabo contra la gente indefensa, contra el pueblo que protesta de manera pacífica", añadió.