La falta de fondos afecta a todos los grandes proyectos de Naciones Unidas, sobre todo en Sudán, RDC, Zimbabue, Somalia e Irak
GINEBRA, 21 Jul. (Reuters/EP) -
Naciones Unidas reveló hoy un agujero récord que asciende a 4.800 millones de dólares en los fondos de sus programas de ayuda humanitaria para este año debido tanto al descenso de los aportes extranjeros como al incremento de las necesidades en Pakistán, donde la asistencia se ha multiplicado por diez debido a la ofensiva militar contra los talibán en el valle del Swat, que ha dejado millones de desplazados.
"Está claro que la recesión global ha afectado a los presupuestos de ayuda de todos los gobiernos donantes, pero por supuesto esto afecta más a la población afectada por las crisis en los países pobres", explicó el coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, John Holmes, en un encuentro con los medios de comunicación en Ginebra.
Holmes se reunirá próximamente en Ginebra con los países donantes para hablar de los presupuestos de ayuda humanitaria para 2010. En un informe que se presentará en dichas sesiones, la ONU hace hincapié en que ha recibido en lo que va de año menos de la mitad de los 9.500 millones de dólares que requiere para realizar su labor humanitaria. Este año necesitan ayuda 43 millones de personas en todo el mundo, frente a los 28 millones de 2008.
Las caídas en los presupuestos han afectado sobre todo a Sudán, República Democrática del Congo (RDC), Zimbabue y Somalia. Los territorios palestinos e Irak también presentan grandes necesidades que las aportaciones actuales no podrán cubrir.
El mayor incremento de necesidades humanitarias está ahora mismo en Pakistán, donde la ofensiva de las fuerzas de seguridad contra los talibán y otras milicias islamistas ha provocado más de dos millones de desplazados internos.
Aunque no se han producido grandes desastres naturales en lo que va de año, la caída de la economía global ha amplificado las necesidades en los países pobres, especialmente en aquellos con crisis prolongadas como Afganistán, la RDC y Sudán.
"Las necesidades humanitarias aumentan por la crisis económica y otros desafíos globales", alerta el informe, que añade que la pérdida de puestos de trabajo y la bajada del envío de remesas han hecho más pobre a la gente y hacen más difícil el acceso a comida, sanidad y educación.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) asegura que los donantes tradicionales como Estados Unidos, la UE, Japón, Canadá y los países nórdicos no han rebajado drásticamente sus presupuestos, "muchos de los cuales fueron fijados antes de que estallara la la crisis financiera en el último cuarto de 2008".
"Sin embargo, los presupuestos estarán bajo una gran presión para 2010 debido a las bajadas que se esperan si el producto interior bruto continúa descendiendo y aumenta el dinero destinado por los gobiernos a los planes de estímulo", advierte el informe.
GRANDES PROYECTOS AFECTADOS
El agujero de 4.800 millones de dólares de este año afecta a todos los grandes proyectos humanitarios de Naciones Unidas y que incluyen suministros de agua, comida, medicamentos y refugio, además de desminado y ayuda a la población más vulnerable a mejorar su producción agrícola.
Los países con los mayores agujeros en financiación para ayuda humanitaria son Sudán, con un vacío de 916 millones de dólares, la RDC, con 505 millones, Zimbabue, con 458 millones, y Somalia, con 428 millones de dólares. Pakistán, país que en sólo unos meses ha experimentado una de las peores crisis humanitarias, presenta un agujero de 312 millones de dólares.
El informe de la ONU también destaca que Kenia ha caído en una situación peligrosa debido a la subida del precio de los alimentos y la escasez de los mismos, así como el aumento de la población de los campamentos de desplazados por la violencia en la vecina Somalia, país donde la inseguridad hace cada vez más difícil y costosa la entrega de ayuda humanitaria.
Por otro lado, las necesidades de fondos en Zimbabue también han aumentado debido principalmente a que la relativa estabilidad política ha hecho que el Gobierno de unidad nacional haya permitido de nuevo la actividad de más organizaciones humanitarias.
"De igual manera, en Irak, la necesidad de presupuesto se ha disparado, en parte por la necesidad de aprovechar las oportunidades para preparar el regreso y el realojo" de los refugiados y desplazados, añade el informe.
