Actualizado 17/11/2009 18:17

España pierde cada año 60 millones de euros en praderas marinas por la pesca de arrastre y los vertidos, según Oceana


MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

España pierde cada año praderas marinas por un valor de 60 millones de euros a causa, entre otros factores, de la pesca de arrastre ilegal, la construcción de playas artificiales, puertos deportivos y marinas, la extracción de arena, el aumento de sedimentación y a los vertidos, según explicó hoy el director ejecutivo de Oceana Europa, Xavier Pastor.

Durante la presentación del octavo manual de desarrollo sostenible 'Restauración de Praderas Marinas' de la Fundación Banco Santander, Pastor añadió que las praderas sumergidas producen una media de 19.000 euros por hectárea al año en producción de biomasa. "Esto es 10 veces más que lo que produce el bosque tropical y tres veces más que una hectárea de superficie de coral", precisó, al tiempo que lamentó la rentabilidad y productividad perdida cada año por el deterioro de estos hábitats.

En ese sentido, subrayó la importancia de proteger estos ecosistemas degradados porque, a su juicio, invertir en conservación es "500 veces más barato" que financiar la recuperación. Concretamente, según datos de la ONG de conservación marina, restaurar 10 hectáreas de praderas sumergidas tiene un coste medio de 7,2 millones de euros, es decir, "lo que costaría la protección y vigilancia de un área de 5.000 hectáreas durante siete años". "Es más fácil, más eficaz y más barato proteger que restaurar, pero no se puede restaurar sin acabar con las causas y factores de degradación", apostilló.

Además, las pérdidas de productividad económica por las toneladas de peces que viven en éstos hábitat se estiman entre 12.000 y 25.000 millones de euros anuales. "Recuperar estas praderas es como recuperar una fábrica", apostilló el director de investigación de Oceana, Ricardo Aguilar.

A 30 AÑOS DE LA "DRÁSTICA DESAPARICIÓN"

No obstante, España puede contar con 100.000 hectáreas de praderas marina, pero cada año se pierde entre un 3 y un 5 por ciento de su superficie y el 50 por ciento de ellas están amenazadas o ya se han perdido. A este ritmo, "es posible" que en 30 o 40 años al desaparición sea "drástica".

Ante esta situación, Oceana bajo la colaboración de Fundación Banco Santander han desarrollado un proyecto desde 2006 para restaurar las praderas de 'Cymodocea nodosa' en el entorno del paraje natural Punta Entinas-El Sabinar (Almería). El programa está dirigido y coordinado por Aguilar, quien indicó que éste pretende "servir de ejemplo positivo" para que el Gobierno "asuma su responsabilidad".

De este modo, explicó que el experimento se realizó en las praderas de fanerógamas de la costa de Almería porque se encuentran en relativo buen estado de conservación, favoreciendo proyectos de restauración y las acciones encaminadas a extender la superficie de pradera a raíz de núcleos bien conservados y porque esta especie está presente en el Mediterráneo, en el Atlántico, incluso en el archipiélago canario.

En primer lugar, un equipo de submarinistas reconoció de las áreas y la búsqueda de semillas, que se plantaron en una segunda fase en semilleros con unas 800 semillas protegidas para evitar la depredación. Posteriormente se procedió a la revisión de las estaciones de siembra de las que se esperaba un éxito del 50 por ciento en la germinación.

Sin embargo, precisó que a causa de la destrucción física directa a causa de la pesca de arrastre ilegal, nueve meses después de la siembra más del 80 por ciento de estos semilleros había sufrido daños, dejando una viabilidad posible del 20 por ciento, pero doce meses "sólo se mantenían el 2,5 por ciento de los semilleros".

Finalmente, Oceana aseguró que es "totalmente imprescindible poner freno a las actividades que causan la regresión de estos valiosos ecosistemas", fomentar la investigación en este campo y declarar áreas marinas protegidas donde habite esta especie. A ese respecto, valoró la iniciativa de la Junta de Andalucía, que prevé proteger 2.000 hectáreas aunque calificó la medida de "insuficiente" porque ellos reclaman la protección de entre 8.000 y 10.000 hectáreas con el fin de proteger toda la pradera de éste área del sureste español así como generar una zona de conservación.