MADRID 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista WWF/Adena solicitó a la Unión Europea que apruebe una certificación medioambiental obligatoria para todos los biocarburantes que se utilicen en el marco de la UE, además de fomentar el uso de los mismos. Para la ONG, la clasificación como "renovables" de estos combustibles "es una práctica contraproducente".
Según informa el grupo ecologista en un comunicado recogido por el boletín 'Energías Renovables', esta iniciativa cuenta con el apoyo de Consejo Europeo Medioambiental (EEB, por sus siglas en inglés). De esta forma, consideraron que a pesar de que desde la UE resaltaron la importancia de mitigar el impacto medioambiental de su producción, esta declaración "se queda corta" al no solicitar de forma explícitamente que se lleve a cabo una certificación ambiental obligatoria.
En este sentido, el experto en Energía de la organización, Heikki Mesa, explicó que el establecimiento de un sistema de certificación obligatorio de la Unión Europea "es fundamental". Al mismo tiempo, comunicó que este sistema "deberá basarse en destacar el potencial de los biocombustibles para disminuir las emisiones de CO2".
En este sentido, Mesa resaltó que estas iniciativas "ayudarán a proteger al entorno en países desarrollados y a reducir las emisiones de dióxido de carbono" en la Unión Europea.
PRODUCTOS IMPORTADOS
Por otro lado, desde la organización ecologista resaltaron que como la UE necesita importar productos para cubrir sus necesidades energéticas será necesario que cualquier esquema diseñado para asegurar productos sostenibles "deberá incluir los productos importados".
Esta advertencia fue motivada por la tala de millones de hectáreas de bosques tropicales para ser ocupados por plantaciones de aceite de palma, de soja o de azúcar, de los cuales se obtienen los carburantes ecológicos. Estas acciones provocaron "enormes pérdidas de la biodiversidad de la zona", puesto que estas actividades contaminan diversos terrenos y aguas, por el uso de los pesticidas que amenazan la riqueza biológica.
Por ello, WWF/Adena propuso un sistema de certificación que debe cubrir el potencial que el biocombustible "tendría en la lucha contra el cambio climático", puesto que en muchas ocasiones la producción de estos combustibles sostenibles "consume más energía de la que produce".
Mesa aseguró que la práctica que se lleva a cabo en la actualidad de "clasificar automáticamente" a todos los biocarburantes como renovables sin tener en cuenta cómo se han producido "es contraproducente". De este modo, explicó que para cumplir el Protocolo de Kioto, la UE "deberá promocionar los biocombustibles que ahorren el máximo de CO2", como pueden ser las fuentes de biomasa, los residuos de los bosques y los productos de maderas generados de forma sostenible.
Por todo ello, la organización ecologista expresó su preocupación por el consumo de agua que necesitan este tipo de cultivos, en especial, en regiones mediterráneas en las que hay una saturación de las necesidades de agua.
Por último, destacaron que este tipo de certificaciones "deberían ser fáciles de llevar a cabo y ser flexibles", para reflejar la realidad de las situaciones de cada localidad. Para conseguir este objetivo, la organización ha puesto en marcha un foro de debate sobre el aceite de palma sostenible, en el que participarán productores, compradores, distribuidores, además de instituciones financieras y ONG, con el fin de aportar nuevas visiones para la producción responsable de este producto ecológico.