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WASHINGTON, 25 Mar. (Reuters/EP) -
El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Jim Jeffrey, ha reconocido este lunes que mantendrán un contingente militar en Siria para seguir luchando contra el Estado Islámico a pesar de que este sábado, 23 de marzo, fue tomado el último reducto de control territorial del grupo yihadista en Siria, Al Baghuz, ahora en manos de la milicia kurdo-árabe de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliadas de Estados Unidos.
Jeffrey ha celebrado la toma del último bastión del Estado Islámico, un "gran día", pero ha reconocido que no saben dónde puede estar el líder del grupo, Abú Bakr al Baghdadi.
"Este no es el final de la lucha contra el Estado Islámico. Va a seguir, pero será un tipo diferente de lucha", ha afirmado Jeffrey en rueda de prensa desde la sede del Departamento de Estado norteamericano. "El Esatdo Islámico ha perdido mucha capacidad de proyectar su poder terrorista y de tener una base de reclutamiento en una zona bajo su control. Así que es un avance muy, muy importante", ha argumentado.
Ahora la coalición internacional contra el Estado Islámico que lidera Washington busca garantizar una derrota duradera del grupo yihadista y presionar a los gobiernos para que acepten el regreso de los combatientes que se unieron al "califato" durante el conflicto.
Jeffrey ha explicado que la mayoría de los prisioneros son iraquíes y sirios que serán devueltos a sus comunidades para someterse a una "desradicalización", reintegración y, en algunos casos, castigos. En se sentido, ha descartado las especulaciones sobre la creación de un tribunal internacional para juzgar a los prisioneros.
El propio Jeffrey ha asegurado que es difícil estimar el número concreto de prisioneros yihadistas en manos de las FDS. "Me dicen que hay 7.000 o más, pero podría haber aumentado durante el fin de semana", ha apuntado.
El pasado diciembre, el presidente estadounidense, Donald Trump, sorprendió a sus aliados, e incluso a algunos miembros de su Administración, al anunciar la retirada de los 2.000 efectivos en Siria, argumentando que la misión de derrotar a Estado Islámico ya se había cumplido. Sin embargo, desde entonces varios altos cargos han matizado el anuncio de Trump.
Estado Islámico redibujó el mapa en Oriente Próximo en 2014 cuando proclamó su califato en las zonas que dominaba entonces en Siria y en Irak. El grupo perdió territorios y sus dos principales bastiones, la ciudad siria de Raqqa y la iraquí de Mosul en 2017 y su derrota ha culminado tras la toma por las FDS de su último reducto en Siria, Al Baghuz.