Actualizado 21/03/2010 13:00

Victoria Lafora.- ¡Menudo susto!

MADRID 21 Mar. (OTR/PRESS) -

Estaban de vacaciones, practicando alpinismo, en el lugar equivocado y en el momento equivocado. No han acabado linchados porque los franceses son un pueblo civilizado y democrático. Sus imágenes, haciendo tranquilamente la compra en una gran superficie en la misma localidad donde ETA asesinó al gendarme tras asaltar un compraventa de vehículos, aparecieron en todos los medios de comunicación identificados como los terroristas huidos.

Es fácil imaginar el espanto de sus familias en Cataluña al verles confundidos con etarras, la celeridad con la que debieron ponerse en contacto con la Generalitat para deshacer el error, para aclarar que eran bomberos y que estaban de vacaciones.

A días de la segunda vuelta de las elecciones regionales en Francia, con un Sarkozy vapuleado en las urnas, y con la conmoción de tener que enterrar al primer policía francés asesinado por ETA, la exigencia de demostrar eficacia lleva a cometer errores de libro.

Es verdad que determinados medios de comunicación galos siguen todavía hablando de "separatistas vascos" cuando escriben sobre los etarras, incluso después de lo sucedido en su propio suelo esta semana. Es verdad también que con la difusión de este video, en el que se veía a unos ciudadanos identificados como españoles por los que les oyeron hablar, se pretendía solicitar la colaboración ciudadana. Pero el tema es muy peligroso cuando se hace sin confirmación ninguna e implicando a gente inocente.

La policía francesa no puede caer ahora en el error de dar palos de ciego llevada por la presión de un Sarkozy que quiere resultados ya. Solo con mirar las fotografías, difundidas por los Cuerpos de Seguridad españoles, de los últimos huidos a su país, miembros de Segi, se evidencia que ni la estética ni la edad se corresponde con la de los bomberos catalanes.

Por otro lado, es cierto que los actuales miembros de la banda, que han sido reclutados de la lucha callejera, que saben de pedradas y cócteles incendiarios, descuidan mucho la seguridad al integrarse entre los asesinos. Por eso, y porque están todos identificados, caen como chinches en manos de la policía. Pero de ahí a creer que van a ir todos juntos, los cinco en plan panda, al súper a hacer la compra, hablando en catalán o en español, y dando el cante, hay un gran trecho. Sería un auténtico suicidio, variedad que ETA todavía no practica.

La vicepresidenta Fernández de la Vega lamentó lo ocurrido, pero el Gobierno francés tendría que dar bastantes explicaciones y pedir disculpas a los bomberos catalanes, además de decir, para justificarse, que "el aviso a la población ha funcionado" porque ha servido para aclarar la identidad de las personas que aparecían en el video. ¿No tiene Francia otra forma de identificar a los ciudadanos que les visitan para hacer turismo?

VICTORIA LAFORA

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