El curioso comportamiento del Júpiter caliente Kepler-432b

Impresión artística del nuevo Super Júpiter en torno a su estrella
Foto: NASA/JPL-CALTECH
Actualizado: lunes, 25 mayo 2015 17:19

MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -

   Hay 565 exoplanetas detectados que son tan masivos como Júpiter o más grandes, alrededor de un tercio del total conocido confirmado de exoplanetas.

   Alrededor de un cuarto de esta población masiva orbita muy cerca de su estrella, con menos de diez días, frente a los 365 días de la Tierra respecto al Sol. Calentados por la radiación de la estrella cercana, estos gigantes son a menudo llamados Júpiter calientes.

   A pesar de la gran y diversa población de exoplanetas gigantes conocida, sólo dos de ellos orbitan estrellas mayores evolucionadas. ¿Cómo y por qué hay tantos planetas gigantes cerca de sus estrellas madre sigue siendo un misterio: tal vez con el tiempo migran desde las partes más distantes de su sistema planetario, o en su lugar quizá nacen allí?

   Las estrellas evolucionadas que albergan cerca exoplanetas gigantes proporcionan algunas pistas: estas estrellas, a medida que envejecen, se enfrían y se hinchan de diámetro, podrían alterar o incluso tragarse cualquier planeta cercanos. Encontrar ejemplos permite a los astrónomos refinar sus modelos de formación planetaria y su evolución.

   Astrónomos del CfA (Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard) han descubierto dos nuevos exoplanetas gigantes alrededor de una estrella evolucionada. Kepler-432b tiene unos 5,4 masas de Júpiter en tamaño y órbita cada 52,5 días - es el tercer ejemplo conocido de un primer gigante en torno a una estrella evolucionada; Kepler-434C tiene 2,4 masas de Júpiter y orbita mucho más lejos, en 406 días. La estrella anfitriona, Kepler-432 tiene una masa de alrededor de 1,35 masas solares, una edad de alrededor de 3.500 millones de años, acaba de terminar su vida útil estable de hidrógeno en llamas y ha comenzado a hincharse en tamaño, con un diámetro actual de 4,16 veces el diámetro solar.

   Los astrónomos encontraron que el planeta interior masivo es extraño en al menos tres formas. En primer lugar, no es muy caliente, a diferencia de los Júpiter calientes típicos. Su órbita es muy excéntrica (lo que significa que su distancia a la estrella varía considerablemente a lo largo de una órbita), y sugiere que puede haber migrado a esta órbita. Por último, su eje de rotación pasa a estar estrechamente alineado con de la estrella, otra curiosa propiedad, sobre todo porque por lo general no se encuentra en los planetas que han migrado.

   Los resultados ponen de manifiesto la notable gama de propiedades de los exoplanetas y los posibles mecanismos de formación, e implican que Kepler-432b es un caso intrínsecamente raro, o representa una clase común de exoplanetas que normalmente se destruyen como sus estrellas anfitrionas, pero que en este caso ha logrado sobrevivir hasta ahora, aunque sus días están contados, probablemente tal vez sólo otros pocos cientos de millones de años.