Publicado 27/02/2017 14:10

Patrulla Aérea Civil Colombiana, 50 años llevando salud a lugares olvidados

Patrulla Aerea Colombiana
EUROPA PRESS

   MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La Patrulla Aérea Civil Colombiana, una ONG privada dedicada a proporcionar servicios sanitarios con una flota de aviones que ya es la más importante de su categoría en Latinoamérica gracias a pilotos y personal médico voluntario, recibirá esta semana de manos de Felipe IV el Premio Derechos Humanos Rey de España por sus 50 años salvando vidas en lugares olvidados, castigados por el conflicto y aislados en la geografía colombiana.

   El presidente de la Junta Directiva de la organización, Juan Carlos Lenz, la gerente general, Valentina Zuluaga y el miembro de la Junta Directiva y también voluntario Camilo Gutiérrez, han explicado este lunes en Madrid la satisfacción de toda la PAC por este premio que concede por séptimo año el Defensor del Pueblo y que ellos reciben como "un sello de calidad" para dar a conocer su modelo de ayuda humanitaria en Europa.

   Según han señalado en la sede del Defensor del Pueblo, la PAC funciona desde hace 51 años con el mismo sistema. Organizan una "brigada" al mes que se dirige a una población previamente identificada como necesitada de ayuda médica en función de indicadores de "pobreza multidisciplinar" o mortalidad infantil y de la posibilidad de acceder a en no más de dos horas y media desde la pista de aterrizaje más cercana "por cuestiones de logística".

   Unos días antes, un equipo se desplaza a la comunidad escogida para hacer un triaje de los pacientes potenciales, hasta que llega el día D, generalmente viernes pues todo el personal es voluntario, y se produce "el desembarco", que dará inicio a un fin de semana durante el que atenderán sin descanso a las necesidades de toda la población, desde intervenciones quirúrgicas hasta medicina ambulatoria o tratamiento nutricional.

   La organización aterriza en la zona con más de una docena de avionetas --tienen 71 fijas y cuentan con hasta 120 prestadas por voluntarios, así que la cantidad depende de las necesidades-- y en torno a dos toneladas de material médico que instalarán en la comunidad. Según explica Zuluaga, si no va a ser posible trasladarlo desde la pista de aterrizaje, lo envían antes por carretera "por barco, en burro o como sea" para que esté disponible.

   Intervienen o han intervenido en más de 160 comunidades con el mismo modus operandi en estos 50 años, parte de las cuales son consideradas "zona roja" por el conflicto colombiano. Se trata de lugares "tristemente célebres" por los sucesos violentos, donde a menudo conviven delincuencia común y paramilitares y donde la mortalidad ifantil está en 43 niños por cada 1.000 nacidos, como en Leshoto (Sudáfrica).

   Aseguran que "nunca" han tenido problemas porque van con "bandera neutral". Si viene un guerrillero a que le atiendan nosotros no preguntamos, atendemos a todos", ha señalado Gutiérrez. Tampoco da tiempo a establecer relaciones porque la intervención sólo dura un fin de semana, lo que reduce posibles problemas de seguridad.


"NO HACEMOS INCIDENCIA POLÍTICA"

   En este sentido, recalcan que la PAC no hace incidencia política, no se posiciona y no permite que traten de alinearla, como según explican hacen algunos alcaldes, que se quieren arrogar que la organización haya llegado a su comunidad. En estos casos, la ONG se retira. "Nuestro país está lleno de reformas legales que se quedan en un cajón así que preferimos dedicar los recursos que tenemos en ayudar a la gente y no en estar todo el día en el Congreso", ha apuntado Valentina Zuluaga.

   El resultado, es contar con la confianza de las comunidades, lugares "que de ninguna otra manera podrían tener ese servicio de salud", en palabras de Lenz, ya que el Estado no llega y, aunque ahora con la paz tuviera vía libre para hacerlo, tampoco podría si no cambia su modelo, ya que la infraestructura vial existente es muy pobre y no se puede desarrollar en ciertas zonas de la selva.

   "Una cirugía en un pueblito perdido el cuesta al Estado 12 millones de pesos", destaca Zuluaga. Según Lenz, "la PAC hace en un fin de semana lo que el sistema de salud proporciona en tres meses" pues cada brigada atiende de media a 700 personas, con 1.200 consultas y 110 cirugías de segundo nivel.

   El año pasado fueron 634 los procedimientos quirúrgicos, 15.756 atenciones de medicina especializadas, 7.772 procedimientos quirúrgicos, 6.440 tratamientos médicos pautados y 10.384 personas beneficiarias de manera directa, con un presupuesto de medio millón de dólares obtenidos de financiación privada, que les da para recorrer 100.000 millas de promedio cada año, es decir, tres vueltas al mundo, de acuerdo a los datos que ha facilitado la PAC.

   Además de las 12 brigadas anuales, el seguimiento posterior de los pacientes intervenidos en contacto con el personal sanitario que pueda haber en la comunidad y al que previamente han capacitado, la PAC tiene un programa para casos individuales de urgencia que necesitan traslado y hospitalización en la capital y colaboraciones con otras dos entidades para tratar a niños con problemas cardiacos y operar labio leporino. Una vez al año reparten regalos en una avioneta engalanada como un Papá Noel.

   "Con muy pocos recursos, la Patrulla logra hacer cambios muy profundos en estas personas. En esas comunidades hemos conseguido recuperar un tejido social que estaba deshecho, recuperar la esperanza. Hemos roto círculos de pobreza, como el que impide a los padres enfermos trabajar en el campo y pone en riesgo a los hijos de ser captados o alistados forzosamente, y hemos unido tres mundos: los empresarios del país, las comunidades más pobres y los profesionales de la salud", señala Zuluaga.

   Los representantes de la PAC recogerán el VII Premio Rey de España de Derechos Humanos en un acto que tendrá lugar este martes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá.



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