Actualizado 05/12/2014 22:27

AMP.- El Papa en la FAO: "El hambriento pide dignidad, no limosna"

Denuncia que la lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la "prioridad del mercado"

ROMA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha exclamado que "el hambriento pide dignidad, no limosna", al tiempo que ha llamado la atención sobre la obligación moral de compartir la riqueza del mundo. "Tal vez tal vez nos hemos preocupado demasiado poco de los que pasan hambre", ha expresado durante su intervención durante la Plenaria de la Segunda Conferencia Internacional de Nutrición en la FAO.

En su discurso, pronunciado en español, el Pontífice ha denunciado que las presiones políticas y económicas amenazan a la que ha llamado "Hermana y Madre Tierra". De manera improvisada, preparado ha hecho un llamamiento para proteger la naturaleza y ha advertido de las consecuencias que conlleva su descuido.

"Dios perdona, siempre; el hombre perdona, a veces. La Tierra no perdona nunca", ha sentenciado. Además, ha subrayado que "ninguna forma de presión política o económica que se sirva de la disponibilidad de alimentos puede ser aceptable".

Ante numerosos jefes de Estado y de Gobierno, responsables nacionales de las políticas del sector agrícola, sanitario y otros ministerios, ha exhortado a que "se ponga en práctica la justicia; no sólo la justicia legal, sino también la contributiva y la distributiva".

"Vivimos en una época --ha señalado el Papa-- en la que las relaciones entre las naciones están demasiado a menudo dañadas por la sospecha recíproca que, a veces, se convierten en formas de agresión bélica y económica, socavan la amistad entre hermanos y rechazan o descartan al que ya está excluido".

Frente a estos problemas, el Pontífice ha hecho un llamamiento a los Gobiernos a buscar la justicia de "modo concreto y no solo teórico".

"En esta perspectiva, espero que, en la formulación de dichos compromisos, los Estados se inspiren en la convicción de que el derecho a la alimentación sólo quedará garantizado si nos preocupamos por su sujeto real, es decir, la persona que sufre los efectos del hambre y la desnutrición", ha clamado.

En este sentido, ha denunciado que la lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la "prioridad del mercado" y por la "preminencia de la ganancia" que, según ha relatado, "han reducido los alimentos a una mercancía cualquiera, sujeta a especulación, incluso financiera".

'PARADOJA DE LA ABUNDANCIA'

Francisco ha reflexionado además sobre el riesgo de la 'paradoja de la abundancia' en la que "hay comida para todos, pero no todos pueden comer, mientras que el derroche, el descarte, el consumo excesivo y el uso de alimentos para otros fines, están ante nuestros ojos".

Papa Francisco ha señalado que la falta de solidaridad es otro reto que la Asamblea debería afrontar al criticar que las sociedades "se caracterizan por un creciente individualismo y por la división" y que es precisamente esto lo que "termina privando a los más débiles de una vida digna y provocando revueltas contra las instituciones".

"Cuando falta la solidaridad en un país, se resiente todo el mundo. En efecto, la solidaridad es la actitud que hace a las personas capaces de salir al encuentro del otro y fundar sus relaciones mutuas en ese sentimiento de hermandad que va más allá de las diferencias y los límites, e impulsa a buscar juntos el bien común", ha afirmado.