Actualizado 04/12/2008 17:49

La socióloga Pilar Aguilar denuncia que el cine hecho por hombres "distorsiona la realidad" y "favorece el machismo"

Dice que es injusto que sólo el 7,3 por ciento de las 886 películas realizadas entre 2000 y 2006 hayan sido dirigidas por mujeres


MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

"Las películas dirigidas por hombres distorsionan la visión de la realidad y favorecen el machismo". Así de contundente se mostró hoy la socióloga Pilar Aguilar, que participó, junto a la presidenta de la Academia de Cine, Ángeles González-Sinde; la directora de cine ecuatoriana, Tania Hermida; y la filósofa Patricia Manrique en una mesa redonda en el I Encuentro Internacional de Mujeres del Audiovisual, que celebra CIMA esta semana en Madrid.

La socióloga calificó de "tremenda injusticia que sólo el 7,3 por ciento de las 886 películas realizadas entre 2000 y 2006 hayan sido dirigidas por mujeres". Aguilar apoyó su tesis del "machismo imperante en el cine" en un estudio realizado sobre las 42 películas españolas con mayor aceptación por parte del público. De éstas, según indicó, "28 fueron dirigidas por hombres y 13 por mujeres".

El 80 por ciento de las películas dirigidas por hombres tienen protagonistas masculinos. Sólo en el 37% de las películas realizadas por hombres, las mujeres toman algún tipo de decisión o iniciativa y si a éstas se le restan decisiones erótico amorosas, el porcentaje se reduce al 14 por ciento.

POCA DECISIÓN, POCO PROTAGONISMO

Sin embargo, el 90 por ciento de las películas dirigidas por mujeres cuenta con decisiones tomadas por mujeres, un porcentaje que se sitúa en el 77 por ciento si se le restan las decisiones eróticas, mucho menor que la diferencia que se encuentran en películas de directores hombres.

En el 62 por ciento de las películas de directores hombres los personajes femeninos no se relacionan entre sí, sólo con hombres a diferencia del 77 por ciento en el caso de los largometrajes de directoras. Otro de los datos que resaltó Aguilar fue que a pesar de que el porcentaje de comentarios despectivos o de personajes con actitudes machistas es parecido tanto en películas de hombres como en las dirigidas por mujeres, en el 92 por ciento de las películas de hombres esa degradación se muestra con humor.

Algo parecido sucede con la violencia en la que los hombres lo presentan con simpatía en el 75 por ciento de esas películas violentas. Además añadió que en el 30 por ciento de las películas dirigidas por hombres sus personajes masculinos "se van de putas" y en la mayoría de los casos se protege la prostitución o se retrata con buenos ojos".

A la luz de este estudio, Aguilar llamó la atención de "la necesidad de reflexionar sobre la repercusión de la ficción en la realidad". Los espectadores están recibiendo una educación emocional del cine que les puede influir incluso más que la realidad y lo que les llega de la pantalla es un mundo protagonizado por hombres, que resuelven el mundo y donde las mujeres no significan nada", apuntó.

MACHISMO EN EL REPARTO

La presidenta de la Academia, Ángeles González-Sinde, corroboró las tesis de Aguilar y criticó "las diferencias que existen a la hora de elegir el reparto según el film esté dirigido por hombres o por mujeres". "Las directoras contratamos a actrices como protagonistas, que los directores sólo llamarían para papeles secundarios". Asimismo, la guionista señaló que "los actores que las directoras escogemos para papeles protagonistas son más próximos a los reales en físico y personalidad".

Por otro lado, González-Sinde recalcó "la dificultad de crear modelos diferentes a los tradicionales". "Aunque existen excepciones, por lo general, si creas sobre el papel un personaje masculino con sensibilidad o maduro, muchos productores lo tachan de calzonazos y de excesivamente pasivo por no resolver sus problemas a través de la violencia", puntualizó.

"GLOBALIZACIÓN CONTRAHEGEMÓNICA"

La directora de cine ecuatoriana Tania Hermida puso el contrapunto a la mesa y señaló que, para ella, "la importancia no reside tanto en quién dirija la película, sino en reflexionar para qué tipo de mirada están hechas y cómo se ordenan los personajes y la trama con respecto al espectador elegido".

"Creo que el gran reto del cine trasciende el discurso de género y se dirige más hacia crear horizontes donde se le dé más visibilidad a la diversidad cultural", señaló. Hermida apeló a una "globalización contrahegemónica, que no imponga un enfoque occidental a todas las propuestas creativas".

"No por ser ecuatoriana mis películas tienen que versar exclusivamente sobre narcotráfico, mestizaje e indigenismo o violencia de género", reivindicó la cineasta, quien añadió que "ahora mismo, para conseguir financiación es más fácil adaptarse a los clichés y a la mirada estereotipada que el mundo occidental impone y que considera que es lo que pide el mercado".