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MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este jueves de que millones de niños con discapacidad en el mundo siguen enfrentándose a la estigmatización de la sociedad y de sus comunidades y familias y son, por ello, más vulnerables a los abusos, a la violencia y a la discriminación en el acceso a la educación y la sanidad.
"La discapacidad no es el problema y los niños con discapacidad mucho menos, el problema son las barreras", ha declarado la directora de Sensibilización de UNICEF-España, Marta Arias, durante la presentación del informe sobre el 'Estado Mundial de la Infancia 2013' en la sede de la organización en Madrid.
"Las barreras son físicas, económicas, de comunicación, de transportes y, sobre todo, mentales", ya que se tiende "a ver antes la discapacidad, que al niño, con lo que se está perpetuando el círculo", ha añadido Arias. "Los niños con discapacidad tienen los mismos derechos, los mismos sueños, los mismos anhelos y las mismas necesidades", así como el derecho a desarrollar "su máximo potencial", ha declarado, por su parte, la presidenta de UNICEF-España, Consuelo Crespo Bofill.
El documento, que este año se ha centrado fundamentalmente en el problema de la discapacidad, advierte de que los alrededor de 93 millones de niños con discapacidad registrados en el mundo por el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud beneficiarían a sus propias comunidades si la sociedad se centrase "en lo que los niños pueden lograr en vez de en lo que no pueden hacer".
El informe recoge que los niños con discapacidad --y de forma muy especial las niñas--- tienen menos probabilidades de recibir atención médica o de ir a la escuela y "se encuentran entre los más vulnerables a la violencia, el abuso, la explotación y el abandono, sobre todo si se les oculta o se les ingresa en instituciones, algo que ocurre con frecuencia debido al estigma social y el coste económico que supone su crianza".
SANIDAD, EDUCACIÓN Y VIOLENCIA
Al respecto, Marta Arias ha destacado que, pese a que las campañas de inmunización son esenciales para la prevención de algunas discapacidades (en especial las vacunaciones contra la polio, que han permitido reducir la enfermedad desde 350.000 casos en 1988 a 221 en 2012), los niños con discapacidad suelen ser "los últimos" en beneficiarse de las campañas de vacunación, ya que en muchos casos se desarrollan en las escuelas y "muchos no están escolarizados".
Asimismo, la falta de nutrición es un factor importante en doble sentido, ya que, por una parte, contribuye al aumento de casos --entre 250.000 y 300.000 niños están en riesgo de ceguera en todo el mundo a causa de la falta de vitamina A y el 42 por ciento de las mujeres embarazadas en los países con menos ingresos sufren anemia, con el consiguiente riesgo para el feto-- y, por otro, los niños con discapacidad suelen recibir una alimentación peor o inadecuada a su situación.
Asimismo, los niños con discapacidad tienen más problemas que el resto para acceder al agua, a los servicios de saneamiento y a las letrinas. "Los que no pueden acceder a las letrinas, no van a la escuela por ese motivo, y los que sí van a la escuela, se pasan horas sin beber agua para no tener que ir a las letrinas", ha explicado Arias a partir de sus propias experiencias sobre el terreno.
Aparte, el informe revela que los niños con discapacidad que viven en un ambiente de pobreza son quienes menos posibilidades tienen de asistir a la escuela. En Malaui, por ejemplo, el 51 por ciento de los niños varones con discapacidad acaban los estudios de educación primaria, frente al 61 por ciento del resto de niños, una relación que en el caso de las niñas es de 42 a 53.
"Las familias no envían a estos niños a la escuela porque piensan que no van a terminar los estudios", ha añadido Arias. En Armenia, por ejemplo, la discapacidad es la primera causa de fracaso escolar. Las sociedades deben ser "inclusivas para los niños con discapacidad, porque cuando ellos desempeñan una función en la sociedad, todos se benefician", advierte el informe.
Otro factor destacado en el informe es la violencia, la explotación y los abusos que sufren los niños con discapacidad en todo el mundo, sobre todo en el caso de las niñas. Al respecto, según Marta Arias, "es tres o cuatro veces más probable que un niño con discapacidad sufra violencia y malos tratos, incluidos los sexuales, que el resto de los niños".
Aparte, este tipo de niños sufre "formas de violencia específica", como es el caso del uso de "descargas eléctricas como tratamiento", y suelen ser internados en instituciones que les alejan "del conjunto de la sociedad" y en los que son sometidos a violencia "en centros donde deberían estar protegidos", ha agregado.
Asimismo, los niños con discapacidad son más vulnerables en situaciones de conflictos a causa de "la inaccesibilidad de las rutas de evacuación, del abandono, de la falta de asistencia médica, incluidas las prótesis, y de su invisibilidad", ha declarado Marta Arias.