Actualizado 17/09/2017 12:42

El obispo de Lodwar (Kenia): "La comunidad internacional no debe ignorar la realidad terrible de los refugiados"

Obispo de Lodwar (Kenia), Dominic Kimengich
Diócesis de Lodwar

   MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El obispo Dominic Kimengich, titular de la diócesis católica de Lodwar, al norte de Kenia, y que tiene en su territorio uno de los mayores campos de refugiados en África, Kakuma Refugee Camp, con 200.000 personas, ha pedido a la comunidad internacional que no "ignore" la realidad "terrible" que sufren estas personas.

   "Estas miles de familias son una realidad terrible que interpela nuestras conciencias, y pone a prueba la capacidad de la comunidad internacional de no olvidar y no ignorar", ha subrayado monseñor Kimengich este viernes 15 de septiembre en Madrid.

   Kimengich, que a sus 56 años dirige una diócesis con una superficie de 77.000 kilómetros cuadrados, en el área de Turkana, ha destacado que "el campo de refugiados es un reto permanente".

   Además, ha precisado que, aunque cuentan con la ayuda de los Salesianos, el Servicio Jesuita para Refugiados, Cáritas y Manos Unidas, entre otros, esto "no reduce el dramatismo" de las condiciones de vida, de "abandono y marginación en educación, infraestructuras, salud y otros servicios" de estas familias.

   Con un 10 por ciento de católicos de un total de un millón de habitantes, el primer obispo africano que dirige la diócesis ha asegurado que "la educación es la inversión más importante para un futuro digno, de forma que los niños tengan un acceso a la escuela, ya que solo el 30 por ciento está escolarizado".

   "Como Iglesia católica estamos comprometidos para intentar paliar las necesidades espirituales y materiales, tal como nos recordó el Papa Francisco en su viaje", ha añadido.

   Según ha advertido, la escasez de recursos, las distancias de la capital, las luchas tribales, las temperaturas extremas del desierto, las sequías y el nomadismo, complican la convivencia y "el recurso a la violencia se hace demasiado frecuente". Por ello, desde 2012, obispos de diez diócesis de distintos países que bordean Lodwar se reúnen anualmente para promover la paz y la evangelización.

   Otro de los problemas que ha señalado el obispo es la corrupción. "Pedimos el esfuerzo de nuestros gobernantes para garantizar la seguridad de los ciudadanos, así como su compromiso para luchar contra la corrupción. De otra manera se continúa consolidando una cultura de impunidad, que facilita que algunos justifiquen equivocadamente su violencia", ha indicado.

Sobre el Camino de Santiago, que inició desde Ponte de Lima, en Portugal, ha asegurado que ha sido una oportunidad para profundizar y reflexionar en su sacerdocio y su misión como obispo.

   "Regreso más comprometido con una disponibilidad y cercanía más plena, a lo que me ayudan también las enseñanzas de san Josemaría Escrivá, para procurar la santidad en Lodwar con los míos, en lo ordinario", ha explicado.

   Durante su estancia en España, monseñor Kimengich se ha entrevistado con directivos de la ONG Harambee, Obras Misionales Pontificias y Entreculturas, en busca de ayuda para mejorar la atención sanitaria y la educación.

   Además, ha presentado en la Conferencia Episcopal Española diversos proyectos al Fondo de Evangelización y se ha entrevistado con el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. También busca incrementar el número de sacerdotes "con el fin de atender unas comunidades mayoritarias de pastores nómadas".

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