Actualizado 11/11/2011 19:12

SEO/Birdlife celebra que los ganaderos puedan dejar sus reses muertas en el campo para alimentar a las aves carroñeras


MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

La organización conservacionista SEO/Birdlife y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) han valorado positivamente que los ganaderos puedan dejar a sus reses muertas en el campo para permitir que las aves carroñeras se alimenten, de acuerdo a la regulación en este sentido aprobada este viernes por el Consejo de Ministros.

Para la ONG esto supondrá "un importante avance en la conservación de estas especies y dará un respiro a los ganaderos y a las administraciones autonómicas, que se ahorrarán los gastos asociados a la recogida y procesado de las reses muertas".

Tras la aparición de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET), entre las que estaba la conocida como "enfermedad de las vacas locas" se cambió la legislación prohibiendo el abandono de animales muertos en el campo, una modificación que supuso una "complicada situación" para ganaderos, administraciones públicas y también para la conservación de la fauna carroñera, en especial para las rapaces necrófagas (buitres, alimoches, quebrantahuesos, milanos o incluso águilas).

El cierre de los muladares y la prohibición de abandonar restos de animales en el campo, ha dejado a varias especies de aves, algunas de ellas en un delicado estado de conservación como el alimoche, el buitre negro o el milano real, sin su principal fuente de alimento.

Ante esta situación SEO/BirdLife pidió en 2007 a la Comisión Europea, a través de BirdLife Internacional, medidas urgentes ante la situación crítica por la que pasaban estas aves, solicitando la modificación urgente del reglamento europeo que impedía el abandono tradicional del ganado que muere en el campo, para crear excepciones al menos, en aquellos lugares con importantes poblaciones de aves carroñeras, como es el caso de la península Ibérica, donde vive más del 50 por ciento de la población europea de estas aves.

A juicio de SEO/Birdlife, con la nueva legislación, se reducirán sensiblemente los costes medioambientales derivados de la gestión de los cadáveres, ya que los buitres se consumían anualmente alrededor de unas 10.000 toneladas de carroñas en España, evitando el gasto de combustible para la recogida, transporte e incineración de los cadáveres y la liberación de 193.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

"Los ganaderos podrán reconciliarse con las rapaces carroñeras, que de nuevo serán los aliados que han sido siempre para los que viven de está actividad, produciéndose una importante mejora de la percepción y la imagen que tiene este colectivo de las aves carroñeras", estiman las dos organizaciones en un comunicado conjunto.

Finalmente, recuerdan que la Península Ibérica tiene un "papel fundamental" en la conservación de las aves carroñeras, y concretamente en España se reproduce el 98 por ciento de la población europea de buitre negro (Aegypius monachus), el 94 por ciento de buitre leonado (Gyps fulvus), el 82 por ciento de alimoche (Neophron percnopterus) y el 66 por ciento de la población europea de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Además, mantiene la tercera parte de la población nidificante de Europa de milano real (Milvus milvus) y casi toda su población invernante, la segunda población nidificante de milano negro (Milvus migrans), la primera de águila real (Aquila chrysaetos) y a toda la población de águila imperial ibérica (Aquila adalberti).