25 años de acción
Greenpeace


MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -

La organización ecologista Greenpeace pidió este martes al Gobierno una partida de 2.700 millones de euros para luchar contra el cambio climático y un compromiso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, coincidiendo con la celebración del 25 aniversario de la ONG, en la que se presentó el informe 'La crisis del clima' y el libro '25 años de acción'.

Así, la asociación advierte de que para evitar el aumento "peligroso" de temperaturas en todo el mundo (más de 2 grados centígrados en este siglo) las emisiones de CO2 deben llegar a su pico en 2015 y después descender rápidamente hasta niveles lo más cercanos a cero posible. Para alcanzar este objetivo, según la asociación, es necesario que los países desarrollados alcancen una reducción mínima de emisiones del 40 por ciento para 2020 (tomando como referencia los niveles de 1990) y que los países en desarrollo contribuyan a este esfuerzo global moderando su crecimiento proyectado de emisiones entre un 15 y un 30 por ciento para 2020.

El estudio, que recoge evidencias del impacto del cambio climático en las comunidades autónomas, resalta que España "es uno de los países más vulnerables al cambio climático de toda la Unión Europea, ya que el aumento de la temperatura de 1,5 grados registrado en el último siglo "supera ampliamente la media del continente (0,95ºC) y representa más del doble de la media mundial (0,74ºC)".

Igualmente, resalta que las zonas más vulnerables a la subida del nivel del mar son el norte de la Península, donde se ha registrado un aumento de entre 2 y 3 milímetros al año en la segunda mitad del sigo XX, y de las Islas Canarias.

Respecto a los escenarios de mayor riesgo en España, Greenpeace apunta a los glaciares pirenaicos, que han perdido más del 80 por ciento en los últimos años; las playas y zonas costeras, que se enfrentan a un riesgo de retroceso de, "como mínimo" 15 metros; los humedales y las lagunas litorales.

Además, indica que los impactos del calentamiento global en la flora y la fauna "proliferan en todo el territorio", desde las migraciones altitudinales constatadas en la Sierra de Guadarrama (Madrid) hasta las alteraciones en el ciclo reproductivo de especies o la presencia de especies tropicales invasoras en las Islas Canarias.

En la misma línea, el estudio revela impactos "evidentes" en los sectores productivos: tendencia a la "africanización" del sur de la Península y a la "mediterranización" del norte que provoca el desplazamiento en latitud de muchos cultivos, afectando "seriamente" a los viñedos de todo el país, a la producción forestal en la meseta norte, a la producción agrícola en Andalucía y al turismo. "La ola de calor de 2003 generó 810 millones de euros en pérdidas en la agricultura del país", añade.

La organización ecologista advierte además de fenómenos meteorológicos extremos y catástrofes naturales y destaca que España es uno de los países de Europa "con mayor mortalidad relacionada con el calor y uno de los principales emplazamientos del continente en cuanto a grandes incendios forestales".