Actualizado 12/11/2009 15:13

Intervida admite las "dificultades" que pasó tras ser intervenida y presenta un Plan con "nuevas formas de actuar"


MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

El administrador judicial de Intervida, Ángel Miret, admitió hoy que la fundación ha pasado "dos años y pico difíciles" desde la intervención judicial, que se produjo en 2007, por presuntas irregularidades en la gestión de la ONG, y explicó que "todos se han tenido que amoldar a una nueva situación y a nuevas formas de actuar y hacer las cosas", tal y como recoge en nuevo Plan Estratégico 2010-2014 que presentó la Fundación Intervida en Madrid.

En este sentido, Miret aseguró que "supuso un trauma psicológico para todos los trabajadores, incertidumbre en cuanto al futuro de la entidad, había incluso quien pedía que Intervida desapareciera del mapa" y, por lo tanto, agradeció "la labor y el compromiso" de los trabajadores en un momento en el que "había tantos problemas vinculados a la gestión anterior".

El nuevo Plan Estratégico supone un "reto", al tener que "adaptarse a los nuevos retos que plantea un mundo cada vez más globalizado". Asimismo, Miret agradeció la labor de los donantes que "a pesar de estar en tiempos de crisis en el sistema, tanto por la desconfianza en las instituciones públicas, como por la crisis económica, siguen colaborando con la fundación".

Por otro lado, el responsable de Cooperación de Intervida, Julián Artachu, indicó los cambios estructurales del nuevo Plan, que se centran en dos sectores: la educación y la salud, con los derechos de la infancia como punto de partida. "En las regiones donde trabajamos, buscamos la plena escolarización de niños y niñas, la consolidación de los sistemas públicos de salud básica y la prevención médica, especialmente en los menores de cinco años", añadió.

De la misma forma, Artachu instó a "no buscar crear campañas y que cuando la ONG se vaya que no quede nada, sino invertir en los servicios públicos del país para que haya un camino hecho". Además, advirtió que "el regalo en cooperación es mal consejero", por lo que la actividad de Intervida debe centrarse en "la implicación social, relación con poblaciones y con organizaciones", para "aliniarse con las políticas públicas y salir de un aislacionismo que antes sufría la fundación".

A título personal, el responsable de Cooperación criticó el "ego" de algunas ONG e instó a no actuar tanto por libre y "aunar esfuerzos". También lamentó la falta de voluntad política para cumplir pequeños compromisos solidarios, como el del 0,7 cuando después "los bancos están mal y en tres días aparece todo el dinero que antes no se tenía".

Por último, se reflexionó sobre la gestión económica y financiera como un punto clave dentro del Plan Estratégico. El responsable de este apartado dentro de la fundación, Mario Mencucci, insistió en la necesidad de un "sistema transparente", en el que "el fin primero y último son siempre los niños, pero sin olvidar que nuestra manera de actuar deber ser como la de una empresa".