Actualizado 22/12/2009 13:52

Copenhague.- Intermón Oxfam pide un calendario estricto y más reuniones para garantizar un acuerdo climático en 2010

MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

Intermón Oxfam pidió hoy "un calendario estricto" y más reuniones intersesionales para garantizar un acuerdo sobre el clima que "evite un calentamiento global de cuatro grados", tras los resultados de la Cumbre del Clima de Copenhague.

"Las negociaciones sobre el clima de la ONU deben ser rescatadas de las ruinas de Copenhague reformando en profundidad su formato, de manera que se pueda alcanzar un acuerdo en 2010 y que el caos del que fue testigo Copenhague nunca se repita", señaló la organización.

En su nuevo informe 'Un Clima de Vergüenza', la ONG lamenta que, de momento, sólo haya previstas dos reuniones intersesionales sobre cambio climático antes de reanudar las conversaciones de la ONU en México, en el mes de noviembre de 2010. "Para entonces, se estima que 150.000 personas hayan muerto y que haya 1 millón de desplazados como consecuencia del cambio climático", denunció. Así, considera que se necesitan más reuniones ministeriales, que se celebren en un "lugar estable", y se siga un esquema con lo que debe ser acordado en cada una de ellas.

El portavoz para cambio climático de Intermón Oxfam, José Antonio Hernández, señaló que el Acuerdo de Copenhague supuso "una gran decepción", y que el enfoque tradicional de las negociaciones internacionales, "basado en políticas arriesgadas y la defensa del interés nacional, es extraordinariamente peligroso".

Por ello, desde la ONG apuestan por actuar "rápidamente para hacer frente a las deficiencias de estas negociaciones para recuperar el tiempo perdido y trabajar para contrarrestar el cambio climático con la firmeza y la urgencia necesaria".

Por otra parte, Intermon oxfam cree que la cifra propuesta de 100.000 millones de dólares que los países ricos destinarían anualmente a los países pobres para que se adapten al cambio climático es "la mitad de lo que se requiere", y considera que podría ser "una promesa fácil de romper", a menos que provenga de fuentes públicas, que es lo que garantiza que el dinero llegue a las personas que más lo necesitan, en los lugares correctos y en el momento adecuado.