Una mujer vestida de vikinga bebe vino
REUTERS
Actualizado: martes, 24 octubre 2017 7:20

MADRID, 23 OCT. (EDIZIONES) -

Islandia era uno de los países europeos con mayores tasas de consumo de alcohol y tabaco entre los jóvenes a finales de los años noventa, pero las cifras de consumo de sustancias adictivas en el país nórdico se han vuelto envidiables: apenas el 5% de adolescentes reconoce haber consumido alcohol en el último mes y sólo el 3% consume tabaco diariamente, según un informe de 2016.

La razón de que Islandia haya conseguido reducir hasta tal punto el consumo de sustancias adictivas se relaciona con el programa 'Youth in Iceland', puesto en marcha en 1998 con el fin de combatir la adicción a las drogas en la juventud.

¿Cuáles son las claves del programa antidrogas islandés?

INVESTIGACIÓN CONTINUA

Uno de los pilares del proyecto es la investigación continua de los hábitos de consumo y las preocupaciones de los adolescentes a través de encuestas en las que participan todas las escuelas del país, según explica a la cadena BBC Jón Sigfusson, responsable del programa.

Cada dos años se elaboran informes de la población joven con datos sobre el sexo de los adolescentes, sus pautas de consumo, las características de los hogares, el absentismo escolar y sus problemas emocionales, entre otras variables.

Con estos elementos se elaboran informes específicos para cada distrito y para cada escuela. "Este tipo de información es como las verduras: tiene que ser fresca para poder continuar y adaptar tus medidas" insiste Sígfusson.

REPONSABILIDAD DE LAS FAMILIAS

Tras la recogida de datos, se analizan los informes a nivel local en un trabajo conjunto con los colegios, las comunidades y los municipios para identificar los principales factores de riesgo en relación al consumo de drogas.

Dichos estudios muestran, por ejemplo, que el papel de los padres en la educación de sus hijos es el principal factor para prevenir el consumo de drogas. "Los responsables no son los niños, sino los adultos. Debemos crear un entorno donde se encuentren bien y tengan la opción de llenar su tiempo con actividades positivas", recomienda el responsable del programa.

Los informes concluyen que el aumento del tiempo pasado con los padres disminuye el riesgo de consumir alcohol y otras sustancias en los menores de edad. Por ese motivo, se crearon por ley organizaciones de padres en cada colegio para fortalecer los vínculos entre la familia y los centros educativos.

ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES COMO ESTRATEGIA DE PREVENCIÓN

Pero la vigilancia y el apoyo de los padres no bastan. Los estudios también muestran que una mayor participación en actividades extraescolares por parte de los jóvenes disminuye drásticamente el riesgo de consumir sustancias adictivas.

El programa, que tiene en cuenta que el cerebro adolescente necesita experimentar sensaciones nuevas, ha permitido comprobar que el deporte colectivo y las actividades lúdicas generan las endorfinas necesarias para que los jóvenes se alejen de las drogas.

Por ello, el Gobierno de Islandia ha incrementado los fondos destinados a la oferta de actividades para adolescentes como deportes, música o teatro; y ha apostado por repartir bonos para que las familias con menos recursos puedan costear las actividades. Un tipo de subvención que ha demostrado ser más efectiva que las ayudas económicas directas a las familias.

Desde que se puso en marcha el programa, el consumo de alcohol entre los jóvenes islandeses ha descendido un 37%. En el mismo período de tiempo, el número de adolescentes que hacen deporte varias veces por semana ha pasado del 24 al 42%.

ENDURECIMIENTO DE LA LEGISLACIÓN

El plan islandés se ha completado con medidas legislativas no exentas de debate. Así por ejemplo, la legislación surgida de 'Youth in Iceland' prohíbe que los niños menores de 12 años salgan solos a la calle a partir de las 20 horas y que los adolescentes de entre 13 y 16 años deambulen después de las 22 horas, salvo en circunstancias excepcionales.

Además, no está permitido difundir publicidad de tabaco o bebidas alcohólicas en el país nórdico y se ha elevado la edad mínima para la compra de tabaco y alcohol a 18 y 20 años respectivamente.

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