Dice que hay piedras y chapas de la central en la playa y peces muertos en el río, que está "obstruido"
SAN ROQUE (CÁDIZ), 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Verdemar-Ecologistas en Acción anunció hoy que ha remitido un escrito al Ministerio de Medio Ambiente solicitando que tome medidas encaminadas a que la Central Térmica de Ciclo Combinado de Puente Mayorga, en San Roque (Cádiz), "subsane" los daños causados en el entorno como consecuencia de sus obras de ampliación.
Raquel Ñeco, portavoz del colectivo ecologista y vecina afectada de Puente Mayorga, explicó a Europa Press que con motivo de las obras de la central térmica, los vecinos no pudieron disfrutar el año pasado de la playa, que estuvo "cerrada al baño" mientras trasladaban el tubo de desagüe de sus sistemas de refrigeración desde el arroyo de Los Gallegos a una zona situada a "bastantes metros hacia dentro desde la orilla de la playa".
Este año la playa se ha abierto al baño, pero los vecinos "no pueden disfrutarla". Según dijo, se trataba de una playa de "arena fina" que la central "ha rellenado con grandes piedras, que no son propias del entorno y están repletas de filos cortantes". Asimismo, aludió a la presencia de "grandes chapas de hierro oxidado procedentes de la central térmica".
Así, el colectivo ecologista puso esta situación en conocimiento del Ministerio para que "actúe en consecuencia" ya que, "según el Estudio de Impacto ambiental, la central tiene que dejar los sitios sobre los que actúa tal y como se los encontró".
PECES MUERTOS
Del mismo modo, Ñeco hizo referencia a los movimientos de tierra realizados en el arroyo de Los Gallegos para la nueva ubicación de tuberías de la central térmica. Según dijo, al rellenar, dejaron el nivel de arena "más alto de lo que estaba en la desembocadura", lo que ha provocado que haya quedado "taponado por un banco de arena", causando la muerte a numerosos peces.
En este sentido, explicó que el agua "ha quedado estancada y se ha podrido", achacando a esta causa la "muerte de muchos peces", que acabaron por salir flotando, encontrándose la zona de la desembocadura "llena de mosquitos, basura y cadáveres de peces que se pudren".
El olor, dijo, "es nauseabundo" y, a pesar del calor, los vecinos se ven "obligados a permanecer con las ventanas cerradas", pero no sólo por el olor, sino porque consideran que la zona es "un foco de infección" y temen que "esos mosquitos puedan picar a las personas".
A su juicio, es responsabilidad de la central térmica "volver a abrir la bocana del río", cosa que "podrían hacer sin problema" aprovechando la "numerosa maquinaria" que tiene desplegada en la zona con motivo de las obras de ampliación.
Finalmente, reiteró que estos hechos fueron puestos en conocimiento del Ministerio de Medio Ambiente y del Ayuntamiento de San Roque con el objetivo de que garanticen que "todo quede tal y como estaba", aunque "nadie se ha pronunciado por el momento", apuntó.
