MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha asegurado que la reforma fiscal es el "broche final" de la política del Gobierno, puesto que es coherente con las medidas anteriores y ahonda en el control del déficit, el desendeudamiento, la progresividad en el pago de impuestos, el fomento del emprendimiento, el fortalecimiento de las empresas y el mantenimiento de la financiación de las políticas sociales.
Así lo ha señalado Montoro durante su intervención en el Pleno del Senado que debate y vota el dictamen de la Comisión de Hacienda sobre los tres proyectos de ley en los que se basa la reforma, el del IRPF, el de Sociedades y el del IVA.
Montoro ha dicho además que la reforma se ampliará próximamente con otras modificaciones legales, como el cambio de la Ley General Tributaria y el desarrollo del Estatuto de la Agencia Tributaria. Aún así, ha asegurado que los tres proyectos de ley que ha traído el Gobierno a la Cámara Alta tienen "gran relevancia" en sí mismos porque contribuirán "de manera decisiva" a profundizar en la recuperación.
El ministro ha defendido los tres proyectos de ley en los que se concreta la reforma y su puesta en marcha a partir de 2015, después de que el Gobierno haya demandado un "gran esfuerzo" a los ciudadanos durante estos años y justo ahora que se está dejando atrás la crisis. Según Montoro, la reforma marcará "un antes y un después" en la recuperación económica y supondrá un fuerte impulso para la actividad y el empleo.
Tal y como ha recordado, la reforma se basa en una bajada de impuestos para todos los españoles con un objetivo fundamental: potenciar el empleo y mejorar la competitividad de las empresas. La opción del Gobierno, según Montoro, pasa por aplicar la misma política tributaria que en 1990 y en el año 2000, cuando la recaudación rondaba el 38% del PIB y se aplicaron rebajas fiscales para incentivar el crecimiento.
El titular de la cartera de Hacienda ha garantizado que el cambio dará lugar a un sistema "más sencillo, justo y equitativo", y abrirá un nuevo horizonte para la creación de empleo al mejorar las oportunidades de familias, autónomos y empresas. "Es un instrumento para acelerar nuestra recuperación", ha insistido, tras explicar que la sociedad debe ser ahora la protagonista del relanzamiento de la economía.
Así, la reforma se basa en una mejora de los salarios a través de una rebaja generalizada del IRPF que devolverá a los ciudadanos 5.900 millones, frente a los 5.000 millones que inyectó la reforma de 1998 y a los 3.800 millones de la reforma del año 2000, tal y como ha dicho Montoro.
Además, hace una apuesta decidida por las familias y los discapacitados, fomenta el crecimiento de las empresas a través de una rebaja del Impuesto de Sociedades, favorece el desendeudamiento, apuesta por la I+D y renuncia a subir de IVA en un momento en el que la recaudación del impuesto está mejorando considerablemente por la mejora de su base imponible, el consumo y la demanda interna.
Igualmente, según Montoro, la reforma concede una categoría especial a los trabajadores autónomos, fomenta el ahorro de ciudadanos y empresas, impulsa la lucha contra el fraude fiscal y avanza en términos de equidad, la "guía" del Gobierno en todas las medidas que ha puesto en marcha a lo largo de la legislatura.
En este contexto, el ministro ha pedido el apoyo de los grupos a una reforma que "es y trata de ser justa". "Es mucho lo que está en juego", ha recordado a las diferentes formaciones del Senado, a las que ha garantizado que la reforma busca más equidad y progresividad en el pago de impuestos.
