MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Unión Sindical Obrera (USO) centrará los actos del 1º de mayo, Día Internacional del Trabajo, en la defensa del empleo y la protección social en un contexto de crisis económica que, según denunció su secretario general, Julio Salazar, roza la "emergencia nacional", como demuestran los "apabullantes" datos de los cuatro millones de parados o el hecho de que haya ya más de un millón de familias con todos sus miembros en el desempleo.
Como todos los años, USO celebrará una manifestación en el Día del Trabajo, que partirá a las 12.00 horas de la madrileña calle Alcalá y concluirá en la Plaza de Manuel Becerra y en los jardines de Eva Perón, donde Salazar ofrecerá su discurso.
"Más que nunca, la bandera que USO quiere enarbolar en este 1º de mayo es la del empleo, digno, estable y con derechos", señaló el líder de USO. De hecho, el lema que ha elegido el sindicato para este año, 'Por el empleo, la protección social y los derechos del trabajo', resume a la perfección sus principales reivindicaciones, no sólo para el Día del Trabajo, también en el actual contexto recesivo, en el que los trabajadores están siendo las principales "víctimas" de la crisis.
Salazar criticó la actitud del Gobierno ante la coyuntura económica y dijo que, ahora que se cumplen dos años del estallido de la crisis, es cuando el Ejecutivo parece haberse dado cuenta de su existencia y del calado de la misma.
En este sentido y preguntado por si haría falta convocar una huelga general, a la que de momento se niegan CC.OO. y UGT, Salazar afirmó que su sindicato sí cree que existen "factores y condiciones más que suficientes" para una movilización de esta naturaleza, pues, hasta ahora, "el Gobierno ha estado pasivo ante la necesidad de frenar la sangría del desempleo y relanzar el empleo".
Eso sí, el secretario general de USO destacó que una huelga general es un "asunto muy serio", que "no se puede hacer con alegría" y que requiere que sea un gran éxito. Por ello, consideró que la responsabilidad de su convocatoria debe recaer en los dos sindicatos mayoritarios, CC.OO. y UGT, sin que ello impida que la USO respaldara esta protesta y se uniera a su convocatoria.
CAMBIOS PROFUNDOS.
En cualquier caso, con o sin huelga general, USO entiende que España necesita cambios profundos y políticas a favor del empleo y la protección social para salir de la crisis. A tal fin, ha formulado varias propuestas de carácter urgente al Gobierno, entre ellas la implantación de una renta de inserción en todas las comunidades autónomas equivalente al SMI (unos 600 euros mensuales), que tenga como destinarios prioritarios a las familias que tienen a todos sus miembros en paro.
También propone ampliar la duración de los subsidios por desempleo y abrir su acceso a los mayores de 45 años, permitir que el ICO avale a pymes y familias en el acceso al crédito, y conceder ayudas directas en sectores como el automóvil o el del electrodoméstico, cuyas ventas están cayendo en picado.
La USO también quiere que el Gobierno impulse un gran pacto de concertación social contra el empleo y la crisis, que apueste por un modelo económico asentado en sectores industriales de alto valor añadido, en planes estratégicos de infraestructuras y en un plan energético nacional que haga competitiva a la industria española.
Salazar expresó además su rechazo las recetas anticrisis que se están proponiendo desde la CEOE, como la rebaja de cotizaciones, el abaratamiento del despido y otras iniciativas encaminadas, en su opinión, a la desregulación laboral.
En materia de pensiones, Salazar no ocultó la necesidad de hacer reformas ante el riesgo que está implicando para la caja de la Seguridad Social la pérdida de cotizantes, si bien dijo no compartir las recomendaciones que ofreció el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, entre ellas el posible retraso de la edad de jubilación.
