En Barcelona aludieron a la necesidad de "acompañar" a las pymes en este proceso, atendiendo a su realidad "específica y diferenciada"
MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Círculo de Economía de Barcelona fue el escenario esta semana de un encuentro-coloquio organizado por el 'Círculo de la Responsabilidad Social' sobre el Informe de la Subcomisión del Congreso de los Diputados para el fomento de la RSC, un documento que los asistentes, entre ellos sus responsables y otros representantes de empresas e instituciones, valoraron muy positivamente por su carácter "promocional y propositito".
El debate trató de dar a conocer y reflexionar sobre el contenido, alcance e implicaciones del Informe mediante las aportaciones de diversos comparecientes en la Subcomisión y con la presencia de portavoces de diversos grupos parlamentarios y representantes de los grupos de interés afectados: empresas, ONG, patronal, sindicatos, e instituciones académicas.
Los participantes coincidieron en valorar el elevado consenso político logrado con esta Subcomisión, basado en el diálogo, aunque hicieron patente la necesidad, con ciertos matices, de que determinadas prácticas fueran objeto de regulación, como por ejemplo, las relativas a la Inversión Socialmente Responsable, los Derechos Humanos, los sistemas de 'reporting' y de verificación --cuya abundancia y disparidad de criterios puede generar una cierta confusión-- o en relación a los incentivos y deducciones fiscales aplicables a determinadas acciones.
Asimismo, apelaron a la responsabilidad, no sólo de las empresas si no de toda la sociedad, puesto que un sociedad responsable "es la que permite mantener la actual sociedad del bienestar" y muy especialmente, y por parte de la Administración pública, por el volumen de contrataciones que efectúa, "la importancia de los procesos de compra pública con la finalidad de dar ejemplo al resto de agentes".
'ACOMPAÑAR' A LAS PYMES
Asimismo, enfatizaron en la necesidad de "acompañar" a las pymes españolas en este proceso, como elemento de competitividad y búsqueda de la excelencia, atendiendo a su realidad "específica y diferenciada", y que las medidas emprendidas con esta finalidad "no fueran una extensión de las aplicadas en la gran empresa".
Adicionalmente, plantearon también la necesidad de establecer "un enfoque de carácter sectorial, caracterizado por la flexibilidad, por las notables diferencias existentes entre éstos y el modelo de RSE adoptado por éstas".
En el mismo sentido, hicieron hincapié en el incremento de las políticas de demanda, por parte del conjunto de sociedad, como consumidores y accionistas, con el fin de que reviertan positivamente en forma de recompensa o de discriminación positiva a las empresas activas en RSE, "no sólo ejerciendo el castigo o el boicot de lo contrario", ya que se podría correr el riesgo que éstas diluyeran sus prácticas al no obtener el debido reconocimiento. También se pidió a los medios de comunicación que potencien su papel como difusores del concepto.
El gran desafío que se planteaba era el efecto o impacto derivado de la elaboración del Informe y su fuerza e implicaciones a un nivel práctico, que dependía de diversos factores.
En primer lugar se consideró la necesidad de asumir que la RSE "afecta y permite la mejora del modelo de sociedad en el que vivimos", por lo que se plantea la necesidad de "involucrar a los diversos agentes" para promover la búsqueda de alianzas entre el sector privado, el público y el tercer sector.
Asimismo, añadieron, "es necesario vencer el recelo que tienen determinadas empresas en adoptar esta nueva cultura de gestión, la cual debe ser asumida mediante un verdadero reconocimiento".
Finalmente, se hizo referencia a la voluntad política del Gobierno para desarrollar las recomendaciones del Informe, que, en último término dependen del Ejecutivo. En este sentido, se planteó la necesidad de que la estructura política encargada de canalizar estas acciones fuera una Secretaría de Estado, --como el modelo actual en Reino Unido--, la misma Presidencia o el Ministerio de Economía, atendiendo a la transversalidad.
ASISTENTES
La representación de diputados y portavoces de la Subcomisión incluyó al portavoz de la Subcomisión por el Grupo Parlamentario CiU e impulsor de la creación de esta Subcomisión, Carles Campuzano, junto con Ramón Jaurégui, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista así como de José Eugenio Azpiroz, portavoz del Grupo Parlamentario Popular.
El sector empresarial estuvo representado por el responsable de RSC del Grupo Santander, Borja Baselga, y el consejero delegado de DKV seguros, Josep Santacreu. El de las ONG contó con la representación de la directora de Programas de la Fundación Ecología y Desarrollo, Sandra Benbeniste y del responsable de Empresas y Fundaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF), Rafa Carrascosa.
El sector de la docencia estuvo representado por el profesor e InvestigadorSenior de RSE del Instituto de Innovación Social de ESADE, Josep María Lozano.
La patronal estuvo representada por el secretario general de la patronal Cecoty, David Garrofé, y los sindicatos por Juan Manuel Tapia, Responsable de Negociación Colectiva y de Responsabilidad Social Corporativa de CCOO Cataluña.
El sector de los medios de comunicación estuvo representado por el periodista y director de Media Responsable, Marcos González, que moderó la segunda parte de la Jornada.
