Economía.- BASF se muestra "totalmente en contra" de aumentar al 30% el compromiso europeo de reducción de emisiones

Actualizado: miércoles, 2 junio 2010 14:59

BRUSELAS, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

La multinacional química BASF está "totalmente en contra" de que la Unión Europea mejore su compromiso voluntario de reducción de emisiones contaminantes del 20% al 30% para 2020, con respecto a 1990, porque considera que esta medida rebajaría la competitividad de la industria europea y favorecería la 'fuga' de empresas a terceros países más laxos en materia medioambiental.

"Estamos totalmente en contra de la elevación del 20 al 30%, no porque no nos guste el medio ambiente, sino porque no tiene sentido" el salto propuesto de un porcentaje a otro, afirmó el máximo responsable de BASF en España, Erwin Rauhe, en un encuentro con la prensa en Bruselas.

En su opinión es un error pensar que el recorte en las emisiones de CO2 que se ha registrado como consecuencia de la crisis económica debe ser la "base" para calcular compromisos más ambiciosos que el actual 20% para 2020. "Es muy peligroso, porque si nos recuperamos volveremos a niveles de 2008", explicó.

Bruselas presentó la semana pasada un informe según el cual recortar las emisiones contaminantes en un 30% para 2020 tendría un coste menor del previsto y requeriría un esfuerzo de la Unión Europea de 11.000 millones de euros adicionales al precio calculado hace dos años para lograr un recorte del 20%.

La comisaria de Cambio Climático, Connie Hedegaard, evitó sin embargo hacer recomendaciones concretas y dejó claro que se trata de una "decisión política" en manos de los líderes europeos.

Los responsables de BASF mostraron su preocupación por el modo en que se fijan nuevos objetivos "sólo porque suenan bien" y señalaron la "necesidad" para la industria europea de contar con "un marco político de referencia a largo plazo" y una "política constante, con objetivos a 10 ó 20 años vista".

"No se trata de si es barato o caro, sino de si tiene sentido o no", reiteró Rauhe, en alusión al informe del Ejecutivo comunitario y tras insistir en que la industria aún "no ha digerido" los esfuerzos para cumplir los objetivos actuales y recordar las dificultades financieras de la UE en el actual contexto de crisis.

En la misma línea, advirtió de las consecuencias de un aumento de la productividad de las empresas europeas o de un traslado de sus plantas a terceros países; dos escenarios plausibles si se incrementará el recorte de CO2 a un 30%.

Además, señaló la dificultad para calcular el coste que un cambio de este tipo tendría para las empresas, porque "no se puede valorar cómo reaccionarían otras regiones".

En cuanto a la posición europea en las negociaciones a escala internacional y la voluntad de la UE de ejercer un liderazgo con el que animar a otras potencias a asumir compromisos más ambiciosos, Rauhe consideró que aceptar un recorte del 30% de manera "unilateral" convertirá a Europa "en una isla".

Entre 1990 y 2002, las emisiones de gases de efecto invernadero del negocio químico de BASF se redujeron en un 38% en términos absolutos y en un 61%, específicamente, según datos de la propia compañía. Su objetivo es reducir las emisiones de CO2 por tonelada métrica de producto producido en un 25% de aquí a diez años, respecto a las emisiones de 2002.

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