BRUSELAS, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea autorizó hoy a Francia a conceder una ayuda pública de 457 millones de euros para un proyecto de I+D bautizado como 'Nano2012' y cuyo objetivo es desarrollar nuevas generaciones de circuitos integrados. Bruselas considera que el proyecto tendrá un impacto limitado en la competencia y que, a cambio, contribuirá a la difusión de conocimiento y compensará la debilidad de este mercado.
La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, explicó que Nano2012 es un programa para el desarrollo de nuevas tecnologías de fabricación de semiconductores que "concuerda con los grandes objetivos de investigación europea". "Los efectos positivos del proyecto superan con creces las eventuales distorsiones en la competencia inducidas por la ayuda".
El grupo francoitaliano STMicroelectronics coordinará el proyecto que tendrá una duración de cinco años e incluye al laboratorio electrónico y tecnológico de la Información del Comisionado para la Energía Atómica (CEA-LETI) y otros actores industriales y organismos de investigación, informó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
El coste total del proyecto es de 2.000 millones de euros, de los que 1.100 millones pueden ser tenidos en cuenta para calcular la concesión de ayudas públicas. El grupo STMicroelectronics recibirá 340 de los 457 millones de la financiación pública francesa.
Esta ayuda fue notificada a Bruselas el 1 de septiembre de 2008 y entra dentro del régimen de ayudas del Fondo de Competitividad de las Empresas que ya autorizó la Comisión el 17 de septiembre de 2007. Sin embargo, este régimen prevé que sean notificadas a la Comisión de manera individual las ayudas que superan cierta cantidad como es el caso del monto que recibirá STMicroelectronics.
Para dar luz verde a esta ayuda, el Ejecutivo comunitario ha valorado los efectos positivos que tendrá el proyecto en el conjunto de la Unión Europea ya que se apoyará en un amplio consorcio industrial y organismos de investigación que permitirá divulgar el conocimiento adquirido. Además, considera que un programa "tan ambicioso" y con tantos riesgos económicos y tecnológicos no habría surgido "de manera espontánea" en el mercado comunitario.
