MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, ha restado trascendencia al nuevo repunte del desempleo en el mes de septiembre, en algo más de 48.000 parados, si bien ha considerado que esta alza supone la ralentización de la recuperación: "El aumento del paro quiere decir que estamos en recuperación, pero que en el segundo trimestre ésta se ha aflojado".
En rueda de prensa tras inaugurar el seminario internacional 'Más allá de la crisis: el futuro del sistema multilateral', que se celebra hasta mañana en la sede de la Fundación Ramón Areces, Gurría ha asegurado que "no cabe ninguna duda" de que la recuperación va a ser menor en comparación con los primeros meses de 2010, cuando la economía creció un 0,1% hasta marzo y un 0,2% entre abril y junio.
"Ya conocíamos esa película", ha sentenciado, al tiempo que ha querido diferenciar los datos del paro en España, que, a su juicio, cuenta con cifras "más incluyentes" respecto a otros países.
"Si EE.UU. tomara más universos (en su tasa de desempleo), la cifra de paro sería quizá del 17% de la población activa", ha subrayado, para después alabar la reforma laboral recién aprobada en España. "La reforma laboral es el camino, pero no va a tener consecuencias inmediatas", ha advertido.
En este sentido, ha recordado que se está viviendo un período "atípico" en las economías globales, pues se ha producido la crisis "más dura" desde el 'crack' de 1929 y se está produciendo una caída "muy rápida y profunda" del empleo.
Ante la posibilidad de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, suavice la reforma laboral o negocie con los sindicatos los reglamentos de su aplicación tras la huelga general, el líder de la OCDE ha resaltado la respuesta "invariable" de Zapatero, y ha valorado que tienda la mano a las centrales para debatir sobre el sostenimiento del sistema público de pensiones.
"No es lo mismo diluir la reforma laboral que abrirla al diálogo", ha aclarado, con lo que ha considerado que la "mejor" reforma procede del "mayor consenso".
Preguntado por cuándo se producirá un crecimiento económico sostenible en todo el mundo, Gurría ha augurado para los próximos 5 ó 7 años unos niveles de PIB bajos, acompañados de un desempleo elevado y unos déficit públicos altos en la treintena de países que conforman el selecto grupo de los más ricos.
Así, ha distinguido entre tres velocidades en la salida de la crisis: la de los países emergentes, la de EEUU (con repuntes más rápidos), y la de Europa (con un aumento algo "más lento").
DESCARTA RESCATE A IRLANDA.
En cuanto al recrudecimiento de la crisis de deuda en Irlanda, que espera que su déficit público se dispara al 32% este año, el 'número uno' de la OCDE ha descartado un nuevo rescate, como ya sucedería con Grecia, aunque ha querido dejar claro que en caso de "necesidad" el fondo de 750.000 millones de euros estará disponible.
"Debe dejar de ser un estigma que un país pueda recurrir al fondo de rescate, porque se ha creado precisamente para ser usado. Lo bueno es que ese fondo existe", ha zanjado.
Durante su intervención para inaugurar el seminario organizado por la Fundación Ramón Areces, Gurría ha repasado los retos a los que se enfrenta la economía mundial tras el colapso financiero derivado de la caída de Lehman Brothers, y ha vinculado la corrección de las cuentas públicas con la lucha contra el cambio climático.
CAMBIO CLIMÁTICO PARA REDUCIR DÉFICITS.
Así pues, el secretario general de la OCDE ha calculado que con la creación de un impuesto sobre el CO2 para reducir las emisiones en un 20%, se podría recaudar el 2,5% del PIB de los países más industrializados en 2020. Además, precisó que la mayor parte de esta recaudación podría destinarse a equilibrar los balances públicos, pues sólo se utilizaría "una parte insignificante" para combatir el cambio climático.
Por su parte, el ex ministro de Economía y Hacienda Pedro Solbes ha asegurado que la salida de la crisis pasa por una "cooperación fundamental", con lo que ha recordado las distintas estrategias acometidas en Europa y EE.UU.: control del gasto frente a planes de estímulos.
En este sentido, no ha dudado de que las decisiones del G-20 "han sido un éxito", si bien ha asegurado que no son "la panacea". "El G20 ha servido para actuaciones urgentes, pero es puntual", ha indicado.
Por último, Solbes ha garantizado que la actuación del G-20 "atenuará" el riesgo de crisis futuras, pero advirtió de que no se eliminarán "riesgos futuros". "Tendremos que ser vigilantes", ha concluido.
