Larrañaga --> BILBAO, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Confebask, Roberto Larrañaga, ha afirmado que las empresas no pueden "soportar los incrementos de costes laborales" del 3% que supondría la puesta en marcha de planes de pensiones de empleo (EPSV) como plantea el Gobierno Vasco.
En una entrevista concedida a El Correo, recogida por Europa Press, el responsable de la Patronal vasca indica que no es aconsejable una recomendación generalizada de subida de salarios y cree que la posibilidad de "avanzar más en los aumentos salariales está ligada a la remuneración variable" de los trabajadores.
Cuestionado por posibles cambios en la reforma laboral, Larrañaga dice echar de menos "un mayor espíritu de acuerdo por parte del Gobierno de Pedro Sánchez" que, a su juicio, "no está cuidando últimamente como debiera los foros de entendimiento en los que se trabaja para buscar consensos".
Para Larrañaga, se trata de un Gobierno que está "descuidando" el diálogo social, aunque reconoce que no cree que con los cambios anunciados vaya a haber "a corto plazo un parón en la creación de empleo".
"Pero sí es verdad que añade una dosis importante de incertidumbre sobre los costes y la capacidad de adaptación de la relación laboral. Y esto sí que puede frenar algo la contratación", matiza.
Cuestionado por la petición de instituciones vascas de poner en marcha planes de pensiones de empleo, dice no tener "demasiados detalles", aunque "en conversaciones se nos ha llegado a decir que las empresas pondrían el 3% de las aportaciones y los trabajadores otro 3%", lo que supone "un coste añadido".
"Las empresas no podemos soportar incrementos de costes laborales del 3%, así de claro. Tampoco parece a los sindicatos les haya entusiasmado la idea porque a los trabajadores también les supone reducir en un 3% su ingreso mensual", describe, al tiempo que advierte que a ello se le suma la "inseguridad jurídica". Por todo ello, cree que "es mejor que cada uno decida cómo gestionar su ahorro".
AUMENTO DE SALARIOS
Por otro lado, y en referencia a la subida de salarios, Larrañaga dice que la situación de las empresas es "muy dispar", ya que dentro de un mismo sector las hay que están "bien y otras no tanto" e incluso algunas "muy mal". Por ello, cree que no es aconsejable una recomendación generalizada de subida de salarios.
Asimismo, no cree que los resultados de las empresas hayan mejorado tanto como se dice porque "aún estaremos en una media de beneficios del 50% en comparación con la situación previa a la crisis".
"Yo creo que la posibilidad de avanzar más en los aumentos salariales está ligada a la remuneración variable", argumenta, para añadir que si los trabajadores "aceptan vincular una parte de su salario a los beneficios o la productividad las subidas serían mayores".
Asimismo, afirma que le resulta "curioso" que el Gobierno vasco cuando realiza compras y contrataciones de obras y servicios "prima el precio" y, por ejemplo, da igual que el suministrador sea vasco o no.
"Así que siempre me viene a la cabeza la idea de que si compran barato no me pidan aumento de salarios. Al fin y al cabo el precio es lo más importante porque es lo que hay que repartir entre los proveedores, trabajadores, los impuestos y los accionistas. Y si los precios son bajos, todo será bajo", expresa.
Por otro lado, dice no tener temor a una desaceleración de la economía, ya que aunque "hay muchas incertidumbres, principalmente por razones de inestabilidad política", él es optimista, "también en la creación de empleo". "Creemos que en 2019 aún se va a mantener una creación de empleo intensa", añade.
Por último, y cuestionado por los anuncios del Gobierno central respecto a los vehículos con motor de combustión, Larrañaga cree que "no ha estado muy afortunado y ha generado una alarma excesiva e innecesaria".
"Creo que lo correcto sería elevar las exigencias en cuanto a reducción de la contaminación y dejar que la industria vaya adaptándose, pero no de una forma brusca", incide, para añadir que en el caso del País Vasco, el 25% del PIB depende del sector del automóvil y unas 40.000 personas "tienen ahí su empleo, por lo que nos jugamos mucho".