MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
La financiación internacional de ayuda de emergencia se ha mantenido a lo largo del año 2008 a pesar de la crisis económica, un hecho positivo que no ha cambiado que sigan existiendo los desastres olvidados por diferentes actores y se despliegue un panorama para las agencias humanitarias en el que se extienden las amenazas, cada vez mayores, contra el trabajo de las organizaciones humanitarias, según afirmó este martes la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).
Entre los principales obstáculos a los que se enfrentan los actores humanitarios, se destaca la falta de voluntad política y el constante acoso al espacio humanitario, que se materializa en trabas burocráticas, en manipulaciones de los principios humanitarios o en graves incidentes de seguridad, según señaló la organización durante la presentación del Informe del Observatorio de la Acción Humanitaria, realizado conjuntamente con el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH).
Según el director general de MSF, Aitor Zabalgogeazkoa, el foco de atención de la guerra contra el terrorismo, así como sus consecuencias, se ha desplazado hacia Afganistán y Pakistán. "Además, es ahora cuando va a tener un impacto, se va a notar a largo plazo. Con la crisis, los flujos de financiación hacia ciertas enfermedades pueden verse cortados, y en la actualidad, se puede ver en los programas de la lucha contra el sida", afirmó.
Zabalgogeazkoa también lamentó que aún no existe una actividad diplomática intensa en ciertos conflictos como el somalí y los persistentes abusos por todas las partes al Derecho Internacional Humanitario, "la única herramienta que tenemos para trabajar en el terreno".
El director general de MSF recordó igualmente que los actores humanitarios "no somos héroes ni mártires, sólo queremos echar una mano". Por ello, prosiguió, "somos objetivo de los ataques, o por ser occidentales, o por pertenecer a organizaciones occidentales o por ser un objetivo fácil por parte de cualquiera de los implicados; estamos más expuestos porque trabajamos en el terreno, con la población".
Respecto al ligero ascenso de los fondos en la financiación humanitaria internacional --un 20 por ciento--, el codirector del IECAH, Francisco Rey, afirmó que "este incremento se relativiza puesto que a lo largo de este período se ha producido también un aumento en el número de personas necesitadas de asistencia humanitaria y por el desigual reparto de la ayuda concedida que provoca que algunas agencias no consigan financiación".
Por otro lado, otro de los codirectores del IECAH, Jesús Núñez, citó como uno de los rasgos más característicos de este año la elección del presidente estadounidense, Barack Obama, a cuya política exterior calificó de "continuidad fáctica y no de cambio". Además, citó como características negativas la directiva de retorno de la Unión Europea y el desplazamiento de la atención hacia Afganistán y Pakistán, entre otras.
Núñez también indicó que, entre los retos a los que nos enfrentamos está el no contaminar la agenda de la acción humanitaria por agendas políticas o, en el caso de la UE, "que con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa entre en una etapa de madurez y se convierta en un importante actor civil" o incluso que la ONU se convierta en un mediador fundamental para paliar diferentes problemas.
CASO ESPAÑOL
"En el caso de España, en 2008 se imputaron más de 404 millones de euros a ayuda humanitaria, un incremento financiero considerable que (...) aún no se ha visto acompañado de una definitiva consolidación institucional", lamenta la organización.
"En el caso español se ha producido un gran avance en términos cuantitativos, y en aspectos como en la gestión de la ayuda", indicó Rey, quien señaló que una de las señales positivas ha sido la clarificación del uso de la ayuda humanitaria por parte del Ministerio de Defensa. Por otro lado, lamentó que se haya producido un repunte de la ayuda humanitaria en el plano político, conduciendo a una "diplomacia sustitoria" para "lavar la cara" de ciertos actores.
Rey afirmó que lo que se intenta es que se defina mejor el componente humanitario en las estrategias nacionales, puesto que "ahora que todos los donantes se han comprometido en la Declaración de París --que persigue mejorar la ayuda al desarrollo--, está pensado para mejorar la cooperación al desarrollo, y esto, en numerosas ocasiones, no es compatible con los requisitos y principios de la ayuda humanitaria".
"Pretendemos que se defina lo humanitario en la cooperación de los estados, puesto que, en el propio Plan África, un documento fundamental para la cooperación española, las alusiones a lo humanitario son nulas, por eso pedimos que el componente humanitario sea claro y sólido", afirmó.