Una japonesa abre su casa a los damnificados por el tsunami en su ciudad natal

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 23 marzo 2011 17:51

RIKUZENTAKATA (JAPÓN), 23 (Reuters/EP)

La japonesa de 64 años Toshie Fukuda ha convertido su casa en un refugio para los damnificados por el terremoto y el posterior tsunami del 11 de marzo, después de ver como las aguas se llevaban su localidad, Rikuzentakata.

"Me siento como si hubiera cerrado los ojos", explicó Fukuda sobre la destrucción de su pueblo natal desde su casa, situada en una colina. "Los que han sobrevivido necesitan trabajar juntos y tratar de moverse hacia adelante", aseguró.

Rikuzentakata es un pequeño municipio pesquero conocido por su mar azul, sus playas y su bosque de pinos y es uno de los que más ha sufrido el tsunami tras el terremoto de 9 grados. El desastre ya suma más de 24.000 muertos y desaparecidos en todo el país. En esta localidad, hay 845 muertos, aunque se espera que la cifra aumente ya hay cadáveres de desaparecidos entre los escombros.

Fukuda ya ha dado cobijo a 42 personas, algunos de ellos totalmente desconocidos, distribuidos en siete habitaciones, en el salón y en la cocina, donde duermen juntos en sus futones. El número de personas ha ido variando a lo largo de los días. El pasado miércoles llegó a tener a 32 personas bajo su techo.

El primer piso resultó inundado por el tsunami. "La casa se mantuvo, pero no puedo pensar en el futuro", aseguró Fukuda. "Todos están intentando mostrarse alegres frente a los demás, pero puede que lloren por la noche", comentó.

La casa no tiene ni electricidad ni agua corriente. Fukuda saca el agua de un pozo y la calienta para lavar la ropa y para ducharse en una bañera improvisada. Existe multitud de leña en los escombros, mientras que las autoridades locales y el Ejército distribuye la comida.

Sin embargo, los vecinos de Fukuda no corrieron la misma suerte. Las tres casas delante de la suya han desaparecido. "Mi casa no está, por lo que estoy muy agradecida", declaró Kazuko Sugano, vecina de Fukuda, que ahora se aloja en su casa.

Mientras preparan la cena, las autoridades del municipio les explican que realizarán un sorteo para que se alojen en casas temporales. "Las casas temporales son sólo para dos años. No puedo irme porque estaré perdida dentro de dos años", explicó Sugano, aunque Fukuda dice que no puede quedarse para siempre.

La nueva gran familia de Fukuda le sirve como forma de lidiar con el desastre, según sugiere ella misma. "Si todos se van, seré yo quien esté muy sola", aseguró.

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