Programa Mundial de Alimentos reanuda el reparto en Filipinas tras la retirada de las restricciones de viaje

MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Programa Mundial de Alimentos (PAM) reanudó hoy la distribución de ayuda alimentaria en el sur de Filipinas después de que se retiraran las restricciones de viaje que fueron impuestas al personal de la ONU tras los ataques con bomba en Mindanao, informa el diario local 'Inquirer'.

El pasado miércoles, el PAM suspendió los permisos de viaje de sus 63 miembros a las zonas afectadas por los ataques en Mindanao, un hecho que ponía en suspenso las entregas alimentarias de 25 kilos de arroz, cinco de aceite y de judías para cada familia, y que amenazaba la entrega de la distribución de alimentos a cerca de 340.000 personas desplazadas por los recientes enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes musulmanes.

El enfrentamiento regresó el pasado mes de agosto después de años de paz relativa. Las hostilidades estuvieron causadas por la orden del Tribunal Supremo de detener la firma de un acuerdo que daría al Frente Moro de Liberación Islámica (MILF) la oportunidad de aumentar su área de autonomía.

El Ejército y la Policía declararon un estado de alerta en todo el sur del país después de los atentados en la ciudad de Cotabato, el pasado domingo, y en la isla de Jolo, además de en la ciudad de Iligan, el pasado martes. Las autoridades culpan de los atentados en Cotabato e Iligan al MILF mientras que a la explosión en Jolo a Abú Sayyaf, un grupo vinculado con la red terrorista Al Qaeda.

Casi 350.000 personas han sido desplazadas por el enfrentamiento que se ha incrementado en Mindanao en los dos últimos meses. El PAM ha distribuido cerca de 12.000 toneladas de arroz a cerca de 600.000 familias desplazadas en seis provincias musulmanas en el sur de este Estado católico desde agosto de 2008.

El coordinador residente de la ONU, Soe Nyunt-U, aseguró el pasado sábado que la restricción de viajes para el personal de esta agencia de la ONU sólo era vigente para la semana del 6 de julio y que era una medida de precaución después de los ataques que se habían producido en la región.

"Naciones Unidas se esfuerza por mantener la seguridad de todo su personal para que podamos llevar a cabo nuestra misión y llegar hasta nuestro objetivo", indicaba Nyunt-U. "La ONU sigue comprometida a apoyar los esfuerzos de Filipinas en su asistencia a Mindanao, mejorando nuestra respuesta humanitaria y los esfuerzos de desarrollo a largo plazo dada la compleja naturaleza del actual desplazamiento en Mindanao", añadía.