Marcos Concepción, director de Fundraising: "Los ciudadanos están comprometidos pero la financiación pública ha bajado"

Marcos Concepción tiene una profesión que dice que "engancha". Es 'fundraiser' y trabaja como director de la Asociación Española de Fundraising que este año celebra su XI Congreso Fundraising los días 19 y 20 de septiembre, en el que se reunirán cerca de 300 representantes de 180 ONG.

.- ¿Qué es el Fundraising?

La traducción literal sería captación de fondos pero para el fundraising, que nace del Tercer Sector, el no lucrativo, tiene otras muchas connotaciones. Nuestro trabajo como 'fundraisers' es dotar a las ONG o entidades no lucrativas como museos, teatros o fundaciones de los recursos necesarios para desarrollar su trabajo. Para esto, contamos con las personas y las empresas, por ello entendemos el fundraising como la creación de vínculos con ellas.

.- ¿A qué se destinan los fondos?

Las ONG realizan un trabajo muy profesional basado en unos presupuestos que intentan que sean lo más ajustados posibles. Hay que pagar médicos, psicólogos que atienden a mujeres, educadores que atienden a niños... El trabajo que hacemos requiere recursos de una manera intensa, ya sean personales, económicos o materiales. Y el trabajo del 'fundraiser' es que esos recursos existan y sean suficientes.

.- ¿Cuáles son los objetivos del Congreso?

Nació con dos objetivos principales. Uno es el formativo. Es una actividad profesional bastante joven, y en nuestro país y en español hay muy pocas posibilidades de formarse. Aunque nosotros utilizamos a veces técnicas de marketing o de relaciones públicas o de comunicación social, recaudar fondos para entidades no lucrativas, hace que nuestra actividad tenga peculiaridades. Por eso, el congreso es eminentemente formativo, de hecho, en dos días que dura, se desarrollan 20 talleres, mesas redondas y conferencias plenarias. Y también queremos que sea un momento en que estos profesionales se encuentren con otros que desarrollan la misma actividad y puedan compartir experiencias, eso es lo bonito. En este sector, es una seña de identidad la capacidad de las ONG de compartir nuestra buena práctica y de aprender de nuestros errores.

.- ¿Qué se ha conseguido hasta ahora?

Ya son 12 ediciones y en España siempre ha estado muy desligada la actividad de la recaudación de fondos de la estrategia de la ONG y este era el gran error del Tercer Sector en España. Hemos vivido mucho de los fondos públicos y no se le daba casi importancia a los ingresos que venían del ámbito privado, de los socios, donantes o de las empresas y las personas. Lo que perseguimos es que las ONG vayan incluyendo cada vez más en sus planes estratégicos el área de actividad financiera que es a lo que se dedica un 'fundraiser'.

Además, hace once años, en el primer congreso éramos unas 30 personas y este año seremos unas 300, pertenecientes a 180 ONG. Es una actividad que poco a poco se ha ido extendiendo.

.- ¿Qué supone este Congreso?

Es nuestro momento especial, donde representantes, voluntarios y directivos de 180 ONG ponen en común el trabajo de todo un año. Pero trabajamos todo el año en esto. Las ONG, a la hora de hacer una campaña de comunicación, no podemos malgastar el dinero porque sería una irresponsabilidad muy grande: nosotros tenemos el dinero para invertirlo en los beneficiarios.

Sin embargo, tenemos que llegar a los ciudadanos para explicarles qué hacemos con su dinero o para pedirles su ayuda. Las empresas hacen una campaña de marketing y si no les funcionan bien, mala suerte, pero una ONG no se lo puede permitir por lo que tener información de calidad actualizada es muy importante.

.- ¿Hay desconfianza por parte de los ciudadanos?

En todos los estudios, las ONG salen como las instituciones mejor valoradas, y eso lo han trabajado mucho porque el compromiso con nuestros donantes es muy alto; somos conscientes de que sin su colaboración no podríamos atender a los beneficiarios de los proyectos. Por eso, para nosotros, generar la confianza en los ciudadanos es vital y esta es la clave de nuestro trabajo como 'fundraisers'. Nos tomamos muy en serio la transparencia, el sector suele tener políticas de transparencia bastante extendidas.

No creemos que haya desconfianza, pero es verdad que la crisis nos está afectando mucho. Sin embargo, dondde se ha visto la merma es en el dinero que venía de la Administración pública. Sin embargo, a pesar de haber cinco millones de parados, las personas casi no han reducido sus aportaciones.

.- ¿Cuál es el perfil del donante?

El 11 por ciento de la población siempre habían sido donantes regulares. Sin embargo, en estos dos últimos años, ha bajado a un 10 por ciento, es decir, solo un punto. Sin embargo, la Administración pública nos tiene un poco fritos, porque han cortado subvenciones a la cooperación o nos están creando problemas muy graves porque estamos desarrollando servicios públicos de atención a ancianos, a la infancia, a mujeres maltratadas y la Administración no paga. Es grave y al final quienes están sufriendo son las personas. La mayor parte de la financiación pública viene de las CCAA y mientras algunas han mantenido sus compromisos de pago, otras no. Pero en general, la financiación pública se ha reducido de una manera muy considerable.

.- ¿Cuál es el principal problema del sector?

Hoy por hoy tenemos una disminución de ingresos no tanto por la gente, que es muy fiel. Es un subidón de adrenalina cuando alguien te dice que está en paro, no puede hacer frente a la cuota, pero quiere seguir colaborando y entonces en vez de colaborar con doce euros, colabora con seis. En general, los ciudadanos son muy comprometidos con nuestras entidades. Las aAministraciones públicas y las empresas han reducido su colaboración de una manera más fuerte.

.- ¿Por qué decidiste ser 'fundraiser'?

Yo era cooperante en Brasil en la selva y cuando me inicié en esta profesión fue porque no nos llegaron los recursos que tenía comprometidos la UE y te quedas en medio de la selva con un proyecto muy grande atendiendo a miles de personas y el proyecto se para y los médicos no pueden salir a atender a personas con lepra y esto es muy duro. Por eso, de nuestra actividad depende que los médicos, los psicólogos, nutricionistas, trabajadores sociales puedan desarrollar su trabajo que al final lo que hacen en la mayor parte de las ocasiones es salvar vidas.