MADRID 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Más de la mitad de las rupturas (entre divorcios y separaciones) que tuvieron lugar en 2008 afectaron a matrimonios con hijos menores de edad, según refleja un estudio del Instituto de Política Familiar (IPF), del que se desprende que alrededor de 100.000 niños españoles se vieron afectados el pasado año por estas circunstancias.
Así, el informe muestra que las 118.681 rupturas familiares que se produjeron (109.922 divorcios y 8.759 separaciones) afectaron a 96.231 hijos menores de edad. Para el presidente de la institución, Eduardo Hertfelder, "los hijos menores de edad son los grandes perjudicados en los conflictos familiares, mientras que las administraciones siguen sin hacer nada por reducir y combatir esta problemática".
Desde el instituto instan al Gobierno a un cambio en su política familiar, que pase por la elaboración urgente de una ley de Prevención Familiar, la creación y apoyo a los Centros de Orientación Familiar (COF) y a la revisión de la 'Ley del divorcio Express' que, según denuncian, "ha incrementado la ruptura en vez de reducirla".
EXTREMADURA, MURCIA Y CASTILLA-LA MANCHA, MÁS FAMILIAS ROTAS
Por comunidades autónomas, el estudio sitúa a Extremadura, Murcia y Castilla-La Mancha como las regiones con mayor porcentaje de familias rotas (más del 60 por ciento en los tres casos). Mientras, País Vasco, Navarra y Asturias aparecen como las comunidades con menor tasa de rupturas familiares.
Respecto al número de hijos, Murcia, Castilla La Mancha, Andalucía y Extremadura son las comunidades donde a más hijos menores afecta la ruptura ya que por cada diez separaciones que se producen, se ven afectados nueve hijos o más. Por su parte, País Vasco, Asturias, Galicia son las que menos, con una tasa de entre seis y siete hijos perjudicados por cada diez rupturas.
LOS MATRIMONIOS CON UN HIJO, LOS "MÁS PERJUDICADOS"
Igualmente, destaca que los matrimonios con sólo un hijo menor de edad son los "más perjudicados" (el 57 por ciento). Le siguen las parejas con dos menores de edad que suponen 23.527 rupturas (el 37 por ciento).
"A este panorama desolador hay que unirle el hecho de que España no tenga una ley de prevención familiar ni que haya creado o potenciado los centros de orientación a las familias demuestran la nula voluntad política de solucionar esta problemática", concluye Hertfelder.