GIJÓN/OVIEDO, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El tribunal popular ha declarado este miércoles a J.M.C.B., por unanimidad, culpable de un delito de homicidio, con los agravantes de parentesco y de abuso de superioridad, por matar a su ex pareja María de León Reyes 'Adela' en 2008, en Gijón (Asturias). El magistrado deberá ahora imponer la pena, después de que tanto las acusaciones como la defensa solicitaran 15 años de prisión, así como el pago de 40.000 euros a la madre de la fallecida y de 100.000 euros para cada uno de sus dos hijos en concepto de indemnización.
Todas las partes implicadas han modificado su petición de condena en la última sesión del juicio celebrado en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón, después de conocer el testimonio de la madre y principalmente el de los peritos, que echaron atrás el argumento del imputado, al rechazar que pudiera estar bajo los efectos del alcohol cuando ocurrieron los hechos.
A este respecto, los forenses han determinado que el motivo de la muerte fue asfixia por estrangulamiento y ha señalado en que tenía un pequeño "chichón" en la parte posterior de la cabeza. También ha apuntado que no había señales de lucha ni restos de piel en las uñas, como tampoco marcas de dedos en el cuello o semen. Pese a ello, al haber pasado seis días desde la muerte a la autopsia, ha indicado que no son datos determinantes.
Por su lado, el psiquiatra que valoró al acusado ha dictaminado que no hay ningún dato que avale que el procesado tuviera alguna enfermedad mental o algún episodio de trastorno temporal en el momento de los hechos y ha apuntado a ciertas "contradicciones" en el relato de los hechos por parte del imputado, que hacen inverosímil su declaración.
Según él, si hubiera estado tan borracho como dice, no recordaría tan bien unas cosas y otras no y tampoco podría, aunque tuviera fuerza para matarla, capacidad de coordinación como para redactar una nota clara o hacer dos fotos perfectamente encuadradas. "Es doblemente improbable", ha dicho.
En cuanto a la nota, los agentes de la Policía Científica han constatado que la fue escrita por el acusado al cotejarse con otros escritos de este, sobre todo porque tiene una caligrafía peculiar, especialmente en las letras 'e' y 'a'. Además, el hecho de enlazar las letras demuestra, a su juicio, que la redacción de la nota fue "rápida, decidida y espontánea" y sin alteraciones, lo que descarta que estuviera en estado de embriaguez.
Por su parte, la madre de 'Adela', que ha declarado tras un biombo para no ver al acusado, al igual que hizo el hijo mayor de la víctima, ha confirmado que su hija mantenía una relación "a medias" con el imputado, del que le decía que quería dejarlo "poco a poco" porque le tenía miedo y la acosaba. También ha indicado que al principio pensó que se había ido con el imputado a la fuerza. "No pensábamos que estaba muerta, sino amordazada en algún sitio haciéndole daño", ha llegado a decir. Tras ella ha declarado su nieto, que tan sólo ha ratificado que reclama una indemnización.
En el juicio también ha testificado un cuñado de la víctima, quien ha señalado que la primera noticia que tuvo de la relación de la joven con 'El Patata' fue porque esta estaba hablando con su novio actual de él. "Fue la primera noticia que tuve que este señor andaba detrás de ella", ha indicado respecto al acusado.
"PIDO PERDÓN A LA FAMILIA"
Durante el uso de la última palabra que se le concede al acusado, 'El Patata' ha asegurado que se arrepiente de los hechos y ha pedido perdón a la familia. Unas frases que provocaron que familiares y amigos de la víctima que estaban en la sala comenzarán a insultarle y ha reprocharle que pida perdón tan tarde, al tiempo que pedían que se "pudriera" en la cárcel.
Tras la prueba testifical, las acusaciones, el Ministerio Fiscal, el Abogado del Estado y la letrada que representa a la familia, cambiarán la calificación de asesinato por la que pedían 20 años de prisión, por la de homicidio con los agravantes de parentesco y abuso de superioridad, con una condena solicitada de 15 años de cárcel. En el caso de las indemnizaciones, los dos primeros igualaron la petición de la acusación particular, de 240.000 euros. Esta última ha insistido en que duda de que hubieran mantenido sexo antes de morir y ha aludido al 'chichón' que tenía ella en la cabeza.
En el caso de la defensa, el letrado ha mantenido la petición de homicidio, pero ha retirado las atenuantes de intoxicación etílica y de obcecación, y a cambio ha incluido las agravantes solicitadas por las acusaciones, con la misma petición de condena e indemnizaciones que estas.
INFORME FISCAL
Según el informe fiscal, los hechos ocurrieron en el domicilio de él, posteriormente a mantener relaciones sexuales consentidas. Durante una discusión por la negativa de ella a dejar a su actual novio, el hombre "espontánea e inesperadamente", la agarró con las manos por el cuello y la estranguló. La joven fue hallada muerta en esa misma cama días después.
Posteriormente, el acusado sacó dinero de dos entidades bancarias y estuvo tomando unas sidras antes de abandonar el país y dirigirse a Portugal. El hombre se cortó antes el pelo y la barba para dificultar su identificación y su detención. De hecho, hasta el 9 de marzo de 2009 el imputado no pudo ser detenido. La policía portuguesa procedió a su arresto en Oporto, tras lo que fue trasladado a España, donde permanece en prisión provisional desde el 16 de marzo de 2009.
POR INSULTAR A SU MADRE
Durante el juicio el hombre, que confesó los hechos, había alegado en un principio que le dio un ataque de ira porque 'Adela' no quería dejar a otro novio que tenía y en medio de una discusión, ella le llamó 'hijo de puta', lo que tomó como una ofensa a su madre y la estranguló. Luego la dejó en la cama muerta y se fue a tomar algo y cuando regresó se durmió en el sofá. Horas después fue a comprobar si era verdad lo que había hecho y al ver que estaba muerta decidió fugarse.
Posteriormente al juicio, una amiga de 'Adela' que había estado en la sesión de la vista oral, Flor Montero, se ha mostrado disconforme con la posible pena. "Tenían que ser 30 años", ha indicado antes de asegurar que "nunca la familia va a olvidar que le mataron a su hija". Montero ha recalcado que ninguna mujer debería ir obligada con ningún hombre y ha recordado que este año ya son muchas las víctimas de la violencia de género. "El que la hace que la pague", ha apostillado.
