MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado para las Migraciones, Consuelo Rumí, ha admitido, ante la celebración esta tarde de la Conferencia Sectorial de Inmigración, la dificultad de imponer cupos de reparto de menores extranjeros no acompañados (MENAS), como piden Andalucía y País Vasco, a las comunidades Autonomas, aunque ha apelado a la solidaridad de los gobiernos autonómicos.
"No le corresponde a este ministerio tomar la decisión, pero imponer a solidaridad es muy complicado, tiene que ser espontánea", ha reconocido Rumí en una entrevista en RNE recogida por Europa Press. A lo que si está dispuesto el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social es a distribuir el Fondo de Asilo, Migración e Integración con "criterios objetivos" en función del "número de menores que tenga cada comunidad autónoma".
Rumí ha cifrado en más de 8.000 el número de menores no acompañados a 31 de julio de 2018, la mayoría atendidos en los servicios sociales de Andalucía, País Vasco, Cataluña y Melilla. Esta cifra supera en más de 1.000 a la que hizo pública la ministra de Sanidad, Bienestar Social y Consumo, Carmen Montón, la pasada semana coincidiendo con la reunión de la Comisión Delegada de Asuntos Migratorios.
La responsable de Migraciones ha recordado que la asistencia de los menores no acompañados es "competencia de las comunidades autónomas que tienen la tutela", pero ha expresado la voluntad del Gobierno de Pedro Sánchez de "coordinar la solidaridad" entre ellas. "Lo que debe imperar es el principio de solidaridad entre gobiernos autónomicos", ha indicado Rumí.
La secretaria de Estado se ha referido, asimismo, a la valla de Ceuta y a la retirada de concertinas para lo que ha remitido al estudio que está realizando el ministerio del Interior. "Las concertinas no son eficaces y se ha demostrado que las personas siguen intentando saltar la valla y lo consiguen", ha indicado.
En cuanto al salto protagonizado por varios centenares de migrantes al perimetro fronterizo de Ceuta, Rumí ha advertido que "ese no es el camino", en alusión a la violencia utilizada que provocó lesiones en migrantes y agentes de la guardia civil. "Eso me produce rechazo y por tanto es el mensaje que quiero lanzarle a esas personas", ha concluido Rumí.
