ACNUR muestra su preocupación por el desplazamiento de 3.000 personas en RDCongo

MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha mostrado este martes su preocupación por el desplazamiento de alrededor de 3.000 personas en República Democrática del Congo a causa de los últimos ataques llevados a cabo por el grupo rebelde ugandés Ejército de Resistencia del Señor (LRA, según sus siglas en inglés) en la provincia congoleña de Orientale (noreste).

Tras la oleada de ataques registrada en el país en la segunda mitad de 2011, que provocó el incremento de la seguridad en dicha provincia, en las últimas semanas se han producido nuevos ataques contra civiles en los territorios de Dungu, Faradje, Watsa, Niangara, Bondo y Ango. En los mismos ha fallecido una persona y 17 han sido secuestradas, según ha informado la portavoz de ACNUR, Fatumata Lejeune-Kaba.

Los dos últimos ataques por parte del LRA han tenido lugar en la localidad de Bagulupa, a 55 kilómetros al este de Dungu, los días 10 y 24 de febrero. Estos ataques provocaron la huida de la mayoría de la población local a pie hacia Dungu, ha dicho Lejeune-Kaba.

Según las informaciones recogidas por el personal de campo de ACNUR, la mayoría de los desplazados que han llegado en las últimas fechas a Dungu ya habían huido anteriormente de otras localidades a causa de otros ataques del LRA. Lejeune-Kaba ha subrayado que las condiciones humanitarias de los desplazados son duras y que hay muchos que están durmiendo en asentamientos improvisados en los que no hay agua potable o dispositivos sanitarios.

Como medida de respuesta, ACNUR ha distribuido material básico de emergencia, como sacos de dormir, sábanas, redes antimosquito y juegos de cocina para unas 200 personas. El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha distribuido comida entre los desplazados, mientras que varias ONG están facilitando cuidados médicos y herramientas de labranza.

REGISTRO DE ATAQUES DEL LRA

Entre 2006 y 2011 se registraron un total de 831 ataques contra civiles en la zona norte de la provincia de Orientale, la mayoría de los cuales fueron atribuidos al LRA. En los mismos han fallecido más de 2.000 personas, mientras que otras 2.832 han sido secuestradas, entre ellos 1.109 niños, según los datos de ACNUR.

Las actividades del LRA en la provincia han causado el desplazamiento forzoso de unas 320.000 personas desde 2008. En ese mismo periodo, unos 30.000 refugiados congoleños fueron obligados a huir a República Centroafricana y Sudán del Sur.

El portavoz de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO), Munubai Madnodje, ha señalado que el LRA está "en las últimas". "Creemos que esto (los últimos ataques) son los últimos coletazos de una organización agonizante que sigue intentando enviar su mensaje", ha valorado.

El líder del LRA --grupo que nació en el norte de Uganda a finales de los años noventa--, Joseph Kony, está reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI), mientras que la Unión Africana (UA) ubicó al grupo en su lista de organizaciones terroristas. Además, Estados Unidos envió al país a cien miembros del personal militar, principalmente de las Fuerzas Especiales, para entrenar y asesorar a las tropas que combaten al LRA.

Manodje ha indicado que únicamente quedan unos 200 combatientes del LRA que se organizan en pequeños grupos de cinco o seis personas y que atacan localidades para robar comida y obligar a una o dos personas a trabajar como portadores.

"Solían controlar las ciudades y tomar rehenes. Ahora parecen más gente intentando sobrevivir que otra cosa. Son ataques a pequeña escala", ha dicho. "A este nivel, con la respuesta de la población (local), no creo que sean capaces de reclutar a más personas", ha apostillado.