BARCELONA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
La acusada de matar a sus dos recién nacidos tras dar a luz en su casa el 24 de agosto de 2010 ha afirmado este lunes en el juicio con jurado popular que se ha celebrado en la Audiencia de Barcelona que en todo momento quiso tener a los dos bebés: "En ningún momento quería que los dos niños no vivieran".
En su declaración, Francisca S. ha explicado que, cuando parió, vio a los dos niños totalmente formados, pero que estaba "aterrada por el pánico" y pensó que estaban muertos, por lo que les cortó el cordón umbilical y los metió dentro de unas bolsas.
Por eso, la Fiscalía la acusa de dos delitos de asesinato por los que pide 20 años de cárcel por cada uno, al tener en cuenta también el agravante de parentesco.
En el juicio, tras preguntarle la fiscal sobre el motivo por el que escondió su embarazo a sus familiares, la acusada no ha respondido, pese a que su defensa ha insinuado motivos psicológicos por haber podido ser víctima de violencia de género.
La acusada ha afirmado que el presunto padre de los dos bebés --a quien había conocido trabajando en la misma empresa-- la maltrataba, la arrastraba por el suelo y la obligaba a tener relaciones sexuales con él.
Según éste, tuvo "una" relación sexual y consentida con Francisca S., que en ningún momento le contó que estaba embarazada y que había tenido a los dos bebés.
En el juicio, la madre de la acusada ha declarado que, pese a vivir con ella, tampoco estaba al corriente del embarazo de su hija, pues es de complexión robusta y no lo aparentaba: "Si lo hubiese sospechado, no hubiera pasado nada de esto".
Además, Francisca S. había negado su embarazo ante médicos y enfermeras cuando acudió al centro de salud de su barrio por hinchazón en los pies y tobillos y, más tarde, para hacerse un TAC en un hospital.
Según el relato del fiscal, la acusada parió a dos niños sin pedir ningún tipo de ayuda, les cortó los cordones umbilicales sin atarlos, los asfixió y metió los cuerpos en "el interior de tres bolsas de plástico cerradas".
"Usé tres bolsas por miedo a que se pudieran romper", ha puntualizado Francisca S., tras explicar que actuó sin pensar y bajo un miedo insuperable.
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS
El abogado de la acusada ha defendido que su cliente podría estar bajo los efectos de un trauma, al haber sufrido un aborto en 2008 y no haber recibido tratamiento psicológico posterior.
Además, Francisca S. provenía de una familia desestructurada al separarse sus padres cuando ella tenía 10 años y al haber sido víctima de 'bulling' en la escuela e instituto: "Se metían conmigo físicamente, sufría acoso escolar, me tiraban el material por la ventana e incluso me manchaban con tinta".
La madre también ha explicado que su hija es una persona introvertida y "muy cerrada", motivo por el que podría haber actuado de esta forma y no haber explicado nada a nadie.