Actualizado 28/08/2007 15:16

El director del instituto extremeño de Criminología cree que la Ley del Menor crea "profesionales de la delincuencia"

BAEZA (JAÉN), 28 Ago. (EUROPA PRESS) -

El director del Instituto de Criminología extremeño y ex magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Joaquín Cuello, sostuvo hoy que, con la reforma de la Ley del Menor, la sociedad "ha caído en la tentación de emplear métodos puramente represivos" que, a su entender, "sólo servirán para crear profesionales de la delincuencia".

En declaraciones a Europa Press, Cuello, que participó en uno de los cursos que organiza la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en su sede Antonio Machado de Baeza (Jaén), consideró que la citada reforma muestra una "tendencia clarísima a destruir el sentido educativo" que tuvo la Ley en el momento de su promulgación en 2002, criticando al tiempo que era una norma "enérgicamente educativa" y que "se está convirtiendo a pasos agigantados en una Ley puramente penal".

Hizo hincapié en que el menor "no es colocado en una posición distinta a la del adulto" que comete delito y censuró que es sometido "a algo que, como un eufemismo, no se llama pena, pero que es una pena pura y dura.", al igual que el proceso, que también es penal.

En ese sentido, recordó que, a través de la historia de los derechos penales en los países anglosajones, "que son pioneros en ese sentido", se comprueba que "las carreras criminales empiezan en un reformatorio" y que la "estigmatización" del menor es "la primera etiqueta del maleante y la causante de la asunción del rol de delincuente en el futuro".

"Es decir --continuó-- que no estamos más defendidos de la delincuencia tratando a los menores con métodos puramente represivos sino que nos encontramos en peor situación y, encima, con una perdida por completo de nuestro sentido de la fe en los valores que siempre hemos mantenido y que, proyectados en la educación, constituían la base de la sociedad y nos daban seguridad".

Asimismo, consideró que se ha prescindido de lo educativo por no creer en el sistema educativo y subrayó que si no se aplica a menores socializados, menos posibilidad habrá de aplicarlo a niños y menores ciertamente conflictivos", que, por otra parte, "admitirían" un tratamiento educativo si existiese "un sistema lo suficientemente desarrollado y seguro en sí mismo".

"FINES ELECTORALISTAS".

De igual modo, observó que primero el PP y luego el PSOE "han ido recortando los aspectos educativos de la ley y sustituyéndolos por derecho penal", lo que, a su juicio, supondrá "una catástrofe para el futuro". Esto se ha producido "como consecuencia de las demandas sociales" surgidas frente "a los temores por la delincuencia del menor", unos temores que se generan también, según matizó, "con respecto a cualquier otro problema que desborda" a la sociedad.

En la misma línea, el director del Instituto de Criminología subrayó que todas las reformas defensistas en materia penal tienen "fines electoralistas", ya que "actúan como paliativos inmediatos a demandas sociales". No obstante, recalcó que "más que un fin electoralista de ganar votos, es un fin de no perderlos porque reaccionar a los delitos de menores con medidas educativas puede resultar demasiado blando".

Cuello sostuvo también que ese "miedo social" se generó por "algunos hechos concretos", entre los que citó el aumento de los índices de criminalidad, aunque en cuanto a esto "hay mucho que hablar porque sólo aumentan cuando a lo largo de muchos años se nota un crecimiento y, que de un año para otro haya algunos cambios, no es significativo. Respecto a los menores, hay algún aumento de la criminalidad pero es pequeño y medio, no grave", aseveró.

Por último, el ponente resaltó que existe "una clara indicación" de que es "malo" legislar con demasiada frecuencia en el ámbito penal porque "las normas penales deben mantenerse estables en un periodo más largo de tiempo". Ésa es la garantía de que son "normas operativas" para el sistema y no "disfuncionales" en términos de "oportunismo político".