BARCELONA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El marroquí agredido en junio de 2002 en Sant Vicenç de Castellet (Barcelona) después de que numerosos jóvenes intentaran quemar su casa identificó hoy a uno de sus atacantes. Aunque dijo que este joven no le agredió, sí aseguró que le insultó y que estaba entre el grupo que intentó entrar en su piso, que lanzó un cóctel molotov contra su fachada y que después le pegó con palos y patadas en la calle.
Según él, todos los atacantes iban con la cara tapada, excepto José Antonio M.T., a quien ya conocía y que hoy estaba en la sala del juicio con una capucha para esconder su cara.
En el segundo día de juicio en la Audiencia de Barcelona, Mustapha E. relató los hechos de la noche del 14 de junio en la calle Llobregat de Sant Vicenç, que concuerdan casi totalmente con la versión de la Fiscalía, que pide hasta 19 años de cárcel para los 15 acusados por los delitos de amenazas, incendio en grado de tentativa e intento de homicidio, con las agravantes de abuso de superioridad y motivos racistas.
Según la Fiscalía, aquella tarde, Jordi M.C., Toni S.C. y Raúl R.S. discutieron con unos magrebíes en la plaza del Pi de la localidad. Por la noche, los tres fueron a un bar del pueblo y explicaron lo ocurrido al resto de procesados para que les ayudaran a vengarse.
Ya de madrugada, y provistos con palos, todos ellos fueron al domicilio de los magrebíes, en la calle Llobregat, les amenazaron e insultaron con gritos de "moros hijos de puta" y "matad a magrebíes", según explicó hoy la víctima.
Un número indeterminado de jóvenes subieron por la escalera del inmueble e intentaron entrar por la fuerza en el domicilio, algo que impidieron la víctima y dos ocupantes de la casa más bloqueando la puerta.
Poco después, alguien lanzó un cóctel molotov contra la casa, que impactó cerca de la ventana de un dormitorio.
Cuando ya estaba todo "calmado", según su versión, salió a la calle para ver quiénes eran los atacantes. A pocos metros del edificio encontró un palo, pero antes de poder usarlo los atacantes le rodearon y le golpearon con patadas y palos en la cabeza. Él intento protegerse con el brazo, pero cayó inconsciente al suelo.
Uno de los testigos que declaró hoy, propietario de un bar, explicó que aquellos días oyó en la localidad la expresión "va a haber caza del moro", aunque no concretó quién lo dijo y si se refería a la agresión de la calle Llobregat.
Uno de los principales acusados, Jordi M.C., admitió ayer ante la Sección Quinta que fue él quien rellenó con gasolina una botella de cerveza, le prendió fuego y la lanzó contra la pared para "asustar" a los magrebíes.
Sin embargo, e igual que Toni S.C. y Raúl R.S., Jordi M.C. aseguró que no incitó a nadie del bar para ir a pegar a los magrebíes. De hecho, afirmó que no conocía al resto del grupo, salvo a su novia --ahora esposa-- y a Aitor R.C., ya que la mayoría eran de Manresa (Barcelona). Además, dijeron que se fueron al empezar la agresión.
El resto de acusados negaron haber participado en la agresión, pues muchos se fueron al ver el fogonazo del cóctel molotov. Aseguraron que no recuerdan bien lo ocurrido aquella noche ni lo declarado ante los Mossos d'Esquadra y el juez de instrucción a causa del tiempo transcurrido.
No obstante, durante la investigación, algunos de ellos identificaron a varios de los agresores, como Toni S.C., que admitió haber visto a un joven alto con casco dándole un puñetazo, quien podía ser Isidro C.G., según los Mossos d'Esquadra.