Actualizado 25/03/2009 20:05

El Taller de Restauración de CajaSur, que recuperó 40 obras durante 2008, busca ser un referente andaluz


CÓRDOBA, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Taller de Restauración de la Obra Social y Cultural de CajaSur, con sede en el Palacio de Viana de Córdoba desde el primer trimestre de 2008, restauró durante el pasado año 40 obras de arte y se ha marcado como objetivo de incrementar ese número en 2009, buscando ser un referente andaluz en restauración y recuperación del patrimonio histórico-artístico.

Así lo anunció hoy a los periodistas el director de la Fundación CajaSur, José Rafael Rich, quien explicó que "la rehabilitación, promoción y difusión de patrimonio cultural ocupa un lugar destacado dentro de las distintas líneas de actuación de la Obra Social y Cultural (OBS) de CajaSur".

En este sentido, son muy numerosas las intervenciones que la Obra Social y Cultural ha llevado a efecto en lo últimos años, "en las que no se han escatimado esfuerzos a la hora de recuperar el patrimonio histórico-artístico, tanto de bienes inmuebles como muebles, realizando para ello múltiples acciones de conservación, restauración y mantenimiento del patrimonio histórico-artístico, inscritas en sus respectivos contextos urbanos y ambientales".

Para incrementar las posibilidades de recuperación de dicho patrimonio, la OBS de la caja cordobesa creyó necesaria la creación de un centro de restauración de obras de arte, el Taller de Restauración de la Obra Social y Cultural de CajaSur, con la idea de conservar, no sólo el rico patrimonio que se conserva en el propio Palacio de Viana, donde se ubica, sino también el patrimonio artístico de toda la provincia cordobesa, a fin de "convertir este taller en un referente dentro de Córdoba y Andalucía".

Ello llevó el pasado año a la restauración de las citadas 40 obras de arte, de las que destacan una colección de cobres del siglo XVII, además de numerosos muebles, hacheros, vasijas, tapices y cuadros, como los presentados hoy, procedentes del Santuario de la Virgen de Linares (Un Nazareno, San Juan y San Mateo, Santiago y Judas, San Mateo y Santiago el Menor, San Lucas y San Bartolomé) y de la Parroquia de San José y Espíritu Santo (Santa Teresa y San José).

Para este año 2009, se pretende, además de fomentar la inserción laboral entre los jóvenes, incrementar el número de piezas a restaurar, ya que la idea de CajaSur "es proporcionar a Córdoba y al resto de Andalucía una amplia oferta en restauración y conservación del rico patrimonio histórico-artístico" con el que se cuenta.

CUADROS RECUPERADOS

En cuanto al conjunto de obras pictóricas recuperadas y hoy presentadas, el director del Taller de Restauración de la Obra Social y Cultural de CajaSur, Miguel Vázquez, explicó que no asumen autoría y provienen de dos templos diferentes. Así, de la Iglesia de San José y Espíritu Santo procede un lienzo de Santa Teresa de la primera mitad del siglo XVIII aproximadamente, aunque el marco que presenta es de factura muy posterior, y otro de San José con Jesús Niño y San Bernardo de hacia finales del XVII.

Del santuario de Linares proceden la pintura de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la serie del Apostolado compuesta por cuatro lienzos: San Juan y Santiago Menor, San Mateo y Santo Tomás, Santiago Mayor y San Andrés, San Bartolomé y San Simón, todos de la segunda mitad del siglo XVII.

La intervención de restauración ha supuesto una labor continua de estudios previos y recopilación de información, tomando las reseñas necesarias, datos precisos para diagnosticar las patologías existentes, incluyendo análisis de las restauraciones sufridas a lo largo de su historia material, sistemas constructivos y materiales utilizados.

El estado de conservación general que presentaban era malo, pues las telas presentaban una acusada degradación de la fibra textil, reentelados inconvenientes, parches que solventaban pequeños defectos burdamente, deformaciones, destensados, roturas, desgarros y pérdidas. En la mayoría de piezas muchos defectos fueron ocasionados por la utilización de bastidores inadecuados y el uso de grapas oxidables.

La policromía original había sufrido intervenciones anteriores agresivas, con la consiguiente pérdida de policromía, limpiezas desiguales con barridos, repintes, falsas veladuras y aplicaciones de pasta o estucos desbordados. Además, el paso del tiempo se manifestaba sobre los barnices produciendo un tono amarillento, consecuencia de la oxidación de las resinas.

Los pasos seguidos en el tratamiento realizado incluyeron la protección de las obras para su desmontaje, además de que, en muchos casos, hubo que realizar fijaciones puntuales de urgencia y asentar el color para evitar pérdidas de la policromía. Se eliminaron parches e intervenciones negativas para el soporte, se limpió de adhesivos y suciedad el reverso y se trataron las roturas y pérdidas de soporte.

También se hizo un reentelado sintético con tela de poliéster, nuevos bastidores en madera de pino adecuados a las características de las obras, con el montaje y tensado de los lienzos en sus bastidores, a la vez que se procedió a la retirada de estucos antiguos y otros materiales superpuestos en la película pictórica, y a limpiar y eliminar barnices oxidados, repintes y reposiciones no acertadas, a punta de bisturí y con mezclas de disolventes inocuos para la película pictórica.

Finalmente, se hizo el estucado de las pérdidas y el posterior desestucado, para permitir la reintegración cromática utilizando pigmentos al agua como base y ajustando los tonos con pigmentos al barniz con criterio restaurador, de forma que la intervención se diferencie del original, siendo necesaria también la formación de una capa protectora, aplicando varias capas de barniz pulverizado, ajustando el brillo a las características de la obra.