MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las incursiones de los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) en la Provincia Oriental, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), han causado casi 900 muertos desde mediados de septiembre, según un primer balance exhaustivo elaborado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Según el informe, al que ha tenido acceso la agencia misionera de noticias MISNA, entre el 17 de septiembre del año pasado y el 20 de enero de este año han muerto al menos 894 personas a causa de las incursiones del LRA.
Las cifras más altas se registraron en la semana del 24 al 31 de diciembre, en la que fueron asesinadas 483 personas. Otras 238 perdieron la vida entre el 1 de enero y el 20 de enero, y 173 habían fallecido entre el 17 de septiembre y el 24 de diciembre.
La zona más golpeada durante la semana del 25 al 31 de diciembre fue la de Doruma (300 víctimas mortales), seguida de Faradje (143) y Tora (100). La localidad más afectada durante estos cinco meses fue Duru, donde comenzaron los ataques el pasado 17 de septiembre. En Duru también se ha registrado el mayor número de personas secuestradas (234), seguida de Faradje (160).
Asimismo, la OCHA estima en 130.000 el número de desplazados internos, concentrados sobre todo en los territorios de Dungu (104.500) y Niangara (11.500). Aparte, cerca de 8.000 personas han huido a Sur de Sudán.
"Estamos centrando nuestros esfuerzos en Dungu a través del suministro de productos de primera necesidad, de agua y de asistencia médica", declaró a MISNA el portavoz de la OCHA, Christophe Illemassene. "Fuera de Dungu, cualquier intervención resulta problemática debido a la falta de carreteras practicables y a las críticas condiciones de seguridad", añadió.
El informe de la OCHA coincide con un cierto apaciguamento de la situación. Entre el 25 de diciembre y el 20 de enero se registraron incursiones del LRA prácticamente todos los días, en respuesta sobre todo la ofensiva conjunta aérea y terrestre lanzada contra sus bases por los Ejércitos de Uganda, RDC y Sur de Sudán (región autónoma de Sudán prácticamente independiente de Jartum).
