El número de cazadores de Castilla y León se redujo en 35.000 durante la última década debido al "poco interés" juvenil

VALLADOLID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Federación Castellanoleonesa de Caza, Santiago Iturmendi, reconoció que en la última década el número de cazadores en la Comunidad se redujo en unos 35.000 miembros y aseguró que, desde su llegada al cargo, una de sus "prioridades" ha sido la de "implicar a la juventud" en la actividad cinegética.

En declaraciones realizadas a Europa Press, Iturmendi afirmó que "uno de los problemas" de la caza en Castilla y León es el incremento del precio del coto y la "falta de interés" por parte de los jóvenes, lo que frena el "relevo generacional" de los cazadores. Por ello, el presidente de la Federación mostró su intención de llevar esta actividad a los colegios para enseñar que esta "no consiste sólo en abatir piezas" sino que también es una forma de estar "en contacto" con la naturaleza.

Dichas afirmaciones coinciden con el comienzo de la media veda en la Comunidad, que se iniciará mañana en todas las provincias salvo Palencia, donde comenzará un día más tarde. En este periodo, que se prolongará hasta mediados del mes de septiembre, los cazadores podrán disfrutar de un máximo de 20 días en los que cazar codornices, palomas bravías, palomas torcaces, tórtolas comunes urracas, grajillas, cornejas y zorros.

Junto a estas jornadas, los cazadores de la región cuentan con la veda completa, que permitirá cazar todas las piezas de caza menor a partir de octubre, así como las de caza mayor, que incluye animales como el ciervo y el jabalí y que se iniciará el 21 de septiembre.

También respondió a las afirmaciones del presidente de la Real Federación Española de Caza, Andrés Gutiérrez de Lara, quien aseguró que 2009 podría ser "el mejor año de la década" debido a la "gran cantidad" de codornices, la pieza estrella, que entraron en la Península. Iturmendi puntualizó que la sequía y la escasa cosecha de paja acotará la presencia de estas aves a las zonas más húmedas, por lo que auguró una "buena" caza en las provincias de Burgos, León, Palencia y Soria, mientras que para el resto vaticinó que sería "muy irregular".

LICENCIAS DE CAZA

Para practicar la caza en Castilla y León son necesarias dos tipos de licencias. Por un lado, la Consejería de Medio Ambiente otorga las licencias de caza propiamente dichas, que se renuevan anualmente, mientras que la Guardia Civil concede los permisos para las armas de fuego necesarias en esta actividad.

El tipo de autorizaciones que concede la Benemérita varían en función del tipo de práctica cinegética. Para la caza mayor se establece la licencia D, cuyo periodo de vigencia es de cinco años, aunque los mayores de 60 años deben renovarla cada dos años y los de 70, cada uno.

Este documento permite tener hasta cinco armas de la categoría segunda, que, según la normativa vigente, deberán "permanecer guardadas en cajas fuertes o acorazadas dentro de los propios domicilios", o bien en "locales de empresas y entidades especializadas", según fuentes del Instituto Armado consultadas por Europa Press.

Por su parte, la caza menor requiere la licencia E, que permite la posesión de un máximo de doce armas de diferentes categorías por un periodo de vigencia y con unas condiciones de almacenamiento similares a los de la D.

A la hora de obtener estas licencias, Iturmendi señaló que el Instituto Armado realiza exámenes teóricos y de tiro que deben superar los aspirantes, mientras que la licencia que concede la Consejería no precisa de ningún examen, aunque el presidente de la Federación afirmó que el Ejecutivo autonómico se prevé modificar esta situación.

Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente confirmaron este hecho, al tiempo que señalaron que el examen que preparan afectará a aquellos cazaderos noveles que pretendan obtener su primera licencia, quienes deberán responder a cuestiones teóricas sobre normativa de caza y aspectos de seguridad.