Actualizado 04/08/2009 16:17

Los refugiados ruandeses en Uganda perderán su estatus a finales de año por decisión del Gobierno


MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

Miles de refugiados ruandeses en Uganda podrían perder su estatus después de que expire la fecha límite para regresar de manera voluntaria a su país, según indicaron varios responsables a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

"Hemos llegado al límite, no hay justificación para que permanezcan en Uganda", afirmó el ministro ugandés para Preparación de Desastres y Refugiados, Tarsis Kabwengyere. El dinero, añadió, se está gastando en unos refugiados cuyo país de origen es estable y dispuesto a asumirlos de nuevo.

Los campamentos ugandeses han aumentado el número de refugiados que acogen debido a las nuevas oleadas de refugiados que ha provocado el recrudecimiento de la violencia en el este de República Democrática del Congo (RDC), y es necesario que algunos vuelvan a casa.

El subcomisario del distrito de Isingiro, James Bigirwa, donde se localiza el asentamiento Nakivale, manifestó que algunos refugiados se están haciendo pasar por desplazados internos locales después de que terminara la fecha límite de 31 de julio.

En Ruanda, el Gobierno indicó que aquellos que no regresaran a finales de año perderían su ciudadanía. "Debemos aplicar la cláusula de secesión si no han regresado a finales de diciembre no hay razones para que ningún ruandés se convierta en refugiado", aseguró el director de repatriaciones, Innocent Ngango.

Los refugiados son en su mayoría hutus cuya repatriación se ha desarrollado de manera conjunta desde el pasado mes de junio por los Gobiernos ruandés y ugandés, con el apoyo del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

"Hemos acordado que es hora de que los refugiados ruandeses aprovechen la mejora de la situación en su país para regresar a casa", según el representante de ACNUR para Uganda, Stefano Severe. Sin embargo, durante los dos últimos meses, sólo 3.000 regresaron a casa, y unos 17.000 rechaza hacerlo por una posible persecución cuando regresen a sus lugares de origen.

En junio, la organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) alertó a los gobiernos de Uganda y Tanzania que "a pesar de la amenaza del cierre de los campamentos, ningún gobierno ha explicado públicamente las alternativas", afirmó HRW el pasado 19 de junio. "En vez de esto, los dos gobiernos han amenazado a los refugiados con un regreso forzoso, alegando que después de los cierres los refugiados que permanezcan allí serán tratados como inmigrantes ilegales", añadió.

La directora para África de la organización, Georgette Gagnon, pidió a Uganda que explique de forma clara las opciones que tienen los refugiados. "Los refugiados no pierden su estatus como tales sólo porque sus campamentos sean cerrados, y no deberían ser devueltos a sus hogares de manera forzosa a sus países", aseguró.