Actualizado 26/04/2009 14:20

El cobre podría ayudar a ahorrar 320 millones de toneladas de CO2 anuales en Europa, según el sector

BARCELONA, 26 Abr. (EP/Gonzalo Prieto) -

El cobre podría evitar la emisión anual de 320 millones de toneladas de CO2 por sus propiedades conductoras si se utilizara más en ciertas aplicaciones, lo que equivaldría a un 30 por ciento del compromiso contraído por la Unión Europea en la cumbre de Kioto, según previsiones del sector.

Los datos del Centro Español de Información del Cobre (CIEDIC) apuntan que si los transformadores de la red de media tensión de la Unión Europea así como los motores utilizados en la industria fueran más eficientes y se perdiera menos energía en su transporte y funcionamiento, se lograría una reducción de la producción eléctrica anual con que se emiten 320 toneladas de CO2 al año.

Por ejemplo, destacan que si los motores utilizados en la industria europea contaran en su composición con una mayor cantidad de cobre, el ahorro sería de 200 toneladas anuales de emisiones en energía que no tendría que fabricarse. Todo este ahorro es lo que CEDIC denomina "reducir las pérdidas de disipación".

Por otro lado, aseguran que con la sustitución de los cuatro millones de transformadores con que cuenta la red europea de media tensión (160.000 en España) por modelos más eficientes, que incluyeran una mayor cantidad de cobre en sus bobinas, se podría ahorrar 120 millones de toneladas de CO2.

Sin embargo, el presidente de CIEDIC, Jose Ramón Morales, precisó que aunque el coste de uno de estos transformadores se elevaría en torno al 12 por ciento sobre el actual, la industria no parece estar por la labor de asumir el gasto. En este sentido, explicó que, por ejemplo, la Asociación de Fabricantes de Bienes de Equipo (IDAE) no pone en el mercado este tipo de transformadores o motores porque sus clientes no los compran. "Las compañías energéticas y la industria en general prefiere ir a lo más barato y dar así valor al accionista a corto plazo", valoró.

ETIQUETADO ENERGÉTICO Y REGULACIÓN

Por ello, CIEDIC no pretende que el cambio se produzca "de golpe", sino que cuando se vayan sustituyendo esos componentes se haga por otros más eficientes. Solicitan, además, que la eficiencia de estos componentes se regule "por lo menos con un etiquetado energético", como ha ocurrido con los electrodomésticos, que en la actualidad se clasifican en función de su rendimiento, de forma que incluso los consumidores reciben ayudas de las administraciones para su adquisición.

Por ello, consideran que "la industria debe ser consciente de lo que se ha hecho ser consciente al consumidor final". Aún así, se muestran más partidarios de la regulación: "Hasta que no se regule por ley, esto será agua de borrajas", afirmó Morales durante una visita a la fábrica de Reciclaje de cobre La Farga-LaCambra.

EL RECICLAJE DEL COBRE

También señaló que la capacidad del cobre para ser reciclado es una de sus principales características ya que este metal puede ser reutilizado sin ningún efecto negativo sobre sus propiedades, lo que explica que el 80 por ciento del cobre utilizado por la humanidad desde la Edad de Bronce (cuando se descubrió este metal) siga en funcionamiento. "Se está reencarnando continuamente, añadió el presidente de CIEDIC.

Además, indicó que en el proceso de reciclaje del cobre se ahorra un 80 por ciento de la energía que se necesita para producirlo a partir del mineral. De hecho, en la Unión Europea el 42 por ciento del cobre utilizado anualmente procede del reciclaje, para el que se utiliza la chatarra como materia prima.

"No hay suministro de chatarra suficiente", explicó Morales. Esta alta demanda del cobre está detrás de los robos de este metal en tendidos eléctricos y otras instalaciones, si bien, según Morales, ese cobre no se utiliza en España, sino que es exportado, por ejemplo, a China.