WASHINGTON, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos está valorando la posibilidad de ampliar su campaña de ataques aéreos en Siria contra el grupo extremista Estado Islámico para englobar las posiciones del Frente al Nusra, vinculado a la organización terrorista Al Qaeda.
Los milicianos del Frente al Nusra han avanzado en los últimos días hacia el puesto de Bab al Hawa, ubicado en la frontera con Turquía, uno de los dos puntos a través de los cuales el Ejército Libre Sirio (ELS), respaldado por Estados Unidos, recibe suministros militares y humanitarios.
En el marco de dichos combates, los grupos rebeldes asociados al ELS fueron expulsados de sus principales bastiones, provocando la huida de decenas de ellos hacia Turquía y que otros desertaran y se unieran a las filas del grupo yihadista, según fuentes opositoras.
El Gobierno estadounidense ha recalcado en varias ocasiones que el objetivo principal de su campaña en Siria es hacer frente a los avances del Estado Islámico, que se encuentra ubicado fundamentalmente en el este del país.
Sin embargo, Washington ha asistido con preocupación a los avances del Frente al Nusra, por lo que ha empezado a valorar la necesidad de atacar sus posiciones para respaldar al ELS en su lucha contra el grupo y el Ejército de Bashar al Assad.
"Hay muchas posibilidades que siempre son discutidas. No quiero que parezca que estamos a punto de hacer un anuncio", ha dicho un alto cargo estadounidense en declaraciones concedidas al diario 'The Washington Post'.
"Queremos ayudar a la oposición, queremos mantener los pasos fronterizos abiertos, y estamos analizando muchas cosas", ha manifestado, antes de matizar que "todas esas acciones son inmensamente complicadas, por razones que todo el mundo comprende".
Entre las mismas figuran las defensas antiaéreas sirias, ya que, a pesar de que Al Assad no ha interferido en la campaña estadounidense contra el Estado Islámico ni se ha opuesto verbalmente a ella, no está claro que fuera a ver con buenos ojos una expansión de sus operaciones.
La semana pasada, la Casa Blanca aclaró que la posición del Gobierno de Barack Obama en Siria sigue siendo la misma, respondiendo así a la polémica que se ha desatado por las críticas del secretario de Defensa, Chuck Hagel, a la estrategia de Washington en el país árabe.
La polémica surgió la semana pasada, cuando se supo que Hagel había enviado un informe a la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, advirtiendo de que la ofensiva aérea en Siria estaba beneficiando a las tropas 'assadistas'.
"Sí, Al Assad podría beneficiarse", dijo Hagel a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa celebrada el jueves en el Pentágono, aunque insistió en que la postura del Gobierno de Obama sobre el régimen sirio no ha variado.
