"Es un camino de ida y vuelta para conocer mejor el mundo audiovisual contemporáneo"
BARCELONA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los profesores de comunicación audiovisual Jordi Balló y Xavier Pérez viajan por la "decisiva" aportación de William Shakespeare a la ficción contemporánea, especialmente en cine y series televisivas, en el ensayo 'El mundo, un escenario. Shakespeare: el guionista invisible' (Anagrama, en catalán y castellano), el tercer trabajo que realizan conjuntamente y escrito originalmente en catalán.
En rueda de prensa este lunes en la Acadèmia del Cinema, Balló ha explicado que han intentado hacer entender, partiendo de un diagnóstico de la contemporaneidad, "que hay unos procedimientos dramáticos que son habituales" al 'savoir faire' de Shakespeare.
Algunos de los recursos que han constatado que son habituales son el protagonismo coral de los personajes, la aceleración de las historias, el papel de la violencia y de la naturaleza, un mundo donde todo es representación y donde caben escenarios malignos y el protagonismo de personajes "carismáticos y malignos",
También han señalado como elementos comunes a la ficción actual el monólogo y la seducción con la palabra --que se realiza actualmente a través de terapeutas en la pantalla--, "salirse por la tangente" en los diálogos, el metalenguaje teatral-cinematográfico, la acción que avanza por diálogos adversativos, la ruptura de los tres actos y empezar la historia con una acción ya iniciada.
'Breaking Bad' y 'Dexter' son algunas de las series que representan mejor el uso de los protagonistas malignos, así como la concepción de las batallas de 'Juego de Tronos', y los monólogos y las traiciones en 'House of Cards', todas ellas con la idea de que el mundo es un poder corrupto.
"Es un camino de ida y vuelta que hemos tratado que sea productivo e interesante para conocer mejor el mundo audiovisual contemporáneo", ha dicho Balló, que ha asegurado que estos procedimientos shakesperianos continúan vivos y son más potentes en el siglo XXI que en el siglo XX.
Xavier Pérez ha asegurado sobre el autor, que "si él no hubiera escrito lo que escribió, quizás las series de televisión no se harían como se hacen ahora", y ha dicho que es como si éste hubiera intuido el cine.
OBRA "MUY ABIERTA"
Esta obra ha tratado de ofrecer una lectura "muy abierta y con un punto de ligereza", y siguiendo la tradición shakesperiana, no siguiera dogmas, sino proponer diversas cuestiones a la audiencia.
"Hemos descubierto cosas y los hemos hecho en el estilo de intentar escribir las cosas como son, esperando la complicidad del lector y que éste añada sus propios mecanismos de reflexión", ha comentado Pérez.
El coautor ha señalado también: "Hemos hecho un viaje para constatar y poner el acento en cosas menos evidentes sobre su influencia; pero no nos interesa tanto constatar la influencia, sino que afloren formas de saber y de interrogarse sobre cosas".
Asimismo, ha comentado que este viaje es productivo porque los dilemas que plantea siguen vigentes y están presentes en los debates de la opinión pública, como por ejemplo, el debate sobre mostrar o no mostrar la violencia.
Balló y Pérez han tardado diez años en alumbrar esta obra, después de publicar juntos 'La semilla inmortal' y 'Yo ya he estado aquí'.
