BRUSELAS, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea autorizó hoy, con condiciones, la compra del fabricante japonés de productos electrónicos Sanyo por parte de su rival Panasonic. La empresa resultante deberá vender dos plantas de fabricación de baterías para resolver los problemas de competencia que provocaba inicialmente la operación, según el análisis de Bruselas.
"Teniendo en cuenta las medidas correctoras propuestas, estoy convencida de que la competencia seguirá viva tras esta concentración y de que los usuarios de baterías podrán seguir beneficiándose de distintas alternativas y de precios competitivos", dijo la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, en un comunicado.
La investigación inicial del Ejecutivo comunitario puso de relieve que la fusión provocaría problemas de competencia en los mercados de varios tipos de baterías, en los que la empresa resultante dispondría de una cuota de mercado "importante".
Para resolver estas preocupaciones, las dos compañías se comprometieron a ceder dos plantas de fabricación de baterías. Tras consultar con el resto de actores del mercado, el Ejecutivo comunitario llegó a la conclusión de que estas medidas resolvían en efecto las "serias dudas" que había emitido y que por tanto la operación ya no tendría un impacto negativo sobre la competencia.
El Ejecutivo comunitario examinó también varios mercados de aparatos electrónicos, como los televisores de pantalla plana o las videocámaras. La conclusión fue que, en estos casos, el aumento de la cuota de mercado derivado de la operación sería limitado, y que la empresa resultante deberá seguir enfrentándose a la competencia de varios rivales en cada uno de estos segmentos.
La Comisión explicó que en este caso había trabajado en "estrecha colaboración" con las autoridades de competencia de Estados Unidos y de Japón en el marco de los acuerdos de cooperación bilateral establecidos con estas entidades.
