Economía/Transportes.- La industria aérea soporta una deuda de 216.000 millones, según los cálculos de la IATA

Actualizado: martes, 8 junio 2010 16:41

BERLIN, 8 Jun. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Olaya Gómez) -

La industria aérea soporta una deuda de 257.000 millones de dólares (unos 216.000 millones de euros) en deudas, tras haber perdido sólo en 2009 un total de 81.000 millones de dólares (unos 68.000 millones de euros) en ingresos, según señaló hoy el director general y consejero delegado de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), Giovanni Bisigniani.

Bisigniani destacó que sólo en 2009 estas deudas se incrementaron en 44.000 millones de dólares (37.000 millones de euros), aunque se mostró optimista con respecto a la recuperación, ya que prevé que en 2010 se recuperen 60.000 millones de dólares (50.200 millones de euros) de los ingresos perdidos en 2009 gracias a la recuperación del tráfico aéreo internacional.

El responsable señaló que los efectos de la crisis actual son sólo comparables con la sufrida tras el 11-M, cuando la industria perdió 20.000 millones de dólares (16.700 millones de euros), aunque en aquella ocasión se trató de un 'shock' en medio de una situación económica buena. Entonces la industria tardó en recuperarse unos tres años, lo mismo que en su opinión, tardará ahora.

Bisigniani señaló que la vuelta a beneficios del sector, que ganará según sus previsiones 2.500 millones de dólares (unos 2.100 millones de euros) en 2010, es una buena noticia pero con su parte negativa, que es un pequeño margen de beneficio del 0,5%.

De hecho, destacó que esta reducida rentabilidad es la causa de que la industria se haya endeudado en los últimos años, especialmente en 2009, un año muy duro para el sector, tanto que en los últimos 24 meses se fueron de la IATA 30 aerolíneas.

El responsable señaló que el sector tiene la oportunidad de recuperarse gracias al repunte del tráfico aéreo, pero reprochó a Europa que no acompañe en el sector en este camino ya que no se podrá absorber este incremento sin la incorporación de nuevas pistas, "algo casi imposible" en el Viejo Continente por la oposición de los Gobiernos.

CRÍTICAS AL NUEVO IMPUESTO ALEMÁN.

El responsable reprochó a Alemania la creación de un nuevo impuesto sobre el sector aéreo de 1.000 millones de euros anuales bajo "excusas" medioambientales, y señaló que es "una vergüenza" utilizar "pintura verde" para vender el nuevo tributo, presuntamente destinado a cubrir agujeros en las cuentas públicas.

De hecho, explicó que el mismo caso se registró en Ámsterdam (Holanda) y que tras el descenso de pasajeros en su aeropuerto el Gobierno escuchó a la IATA y dio marcha atrás a los ocho meses de introducir el nuevo tributo.

"Hay que tratar de mantener al pasajero de nuestro lado y el pasajero busca precios atractivos", destaco Bisigniani, quien recordó que el coste medio de los vuelos ha descendido entre el 40% y el 45%.

Otro de los aspectos a mejorar es la atención al pasajero en aeropuertos, perjudicada por los controles de seguridad, además de reducir los retrasos, aspecto en el que se ha mejorado mucho en la región Asia-Pacífico, debido en parte a que las instalaciones son muy nuevas.

Bisigniani lanzó también reproches a Europa con respecto a la gestión de la crisis de la ceniza, y aseguró que deberían haber aplicado modelos basados en la concentración de las cenizas en lugar de matemáticos y haber aprovechado la experiencia de países con elevada actividad volcánica como EEUU o Indonesia. En su opinión se optó por la solución "más fácil" debido a la descoordinación de los distintos Estados, cuyos ministros de Transporte tardaron en reunirse cuatro días.

EL PROBLEMA SIGUE SIENDO EUROPA.

De cara al futuro, Bisigniani se mostró optimista de cara al futuro con una previsión de crecimiento del tráfico de pasajeros del 7,1% de cara a 2010 y de carga del 18%, aunque el problema sigue siendo Europa, con un PIB que no crece más allá del 0,9% y que no da pie a la recuperación del mercado laboral.

Bisigniani citó también otros problemas como las pérdidas derivadas de la crisis de la ceniza y el impacto de la crisis financiera que viven países como Grecia, Portugal, España y Hungría.

De cara al futuro, el responsable apuesta por el proceso de consolidación del sector en grandes grupos y por la supervivencia del modelo 'low cost', ya que según explicó, las aerolíneas tradicionales en ocasiones ofrecen los mismos precios, pero las compañías bajo coste cuentan con campañas publicitarias "muy efectivas".